Desde hace meses es la "línea roja" de las negociaciones para las dos delegaciones. Enunciado en el comunicado final de "Ginebra I" pacientemente escrito por los rusos y estadounidenses una noche de junio de 2012, el principio del "órgano de transición gubernamental" divide a partidarios y enemigos del presidente Asad. Divide tanto a rusos e iraníes, "padrinos" del Gobierno sirio, como a occidentales y monarquías del Golfo, sostenes de la oposición.
Globalmente, la oposición, que lucha desde marzo de 2011, considera que Ginebra I es sinónimo de Gobierno de transición y salida de Asad, en el poder desde 2000. El régimen considera que abre la puerta a un gobierno de unión nacional ampliado. Damasco solventa la cuestión de la salida del presidente indicando que competirá a los sirios elegir a su presidente en unas elecciones.
"Vamos a empezar a hablar de la transición de la dictadura a la democracia", declaró Luai Safi, miembro de la delegación de la oposición, unas horas antes de la tercera jornada de negociaciones.
"El régimen, claramente, no se muestra entusiasta, arrastran los pies", añadió Safi. "Vamos a ver si el régimen está de acuerdo con una solución política o si quedan con una solución militar", dijo .
Después de la falsa salida del viernes, las delegaciones han negociado en un clima en el que, según el mediador de la ONU, Lajdar Brahimi, prevaleció el "respeto mutuo". Los negociadores de los dos campos enemigos celebraron sesiones de trabajo por la mañana, juntos en la misma sala pero pasando por Brahimi para hablarse. Por la tarde, las negociaciones transcurrían en unos salones separados y el mediador de la ONU iba de unos a otros. Así será también el lunes en el momento de abordar las negociaciones "políticas".
La oposición espera "garantías" en Homs
El régimen y la oposición no van a perder vista el terreno donde se esperan noticias de Homs.
Lajdar Brahimi obtuvo en efecto del régimen la promesa dejar que abandonen la ciudad las mujeres y niños asediados desde hace meses en el centro de Homs.
Pero el anuncio fue recibido con escepticismo en los cuarteles generales rebeldes de Homs, donde la oposición reclama "garantías" de que los civiles no serán detenidos por el régimen al salir de la ciudad.
La ONU espera asimismo que los convoyes de ayuda humanitaria puedan entrar en los barrios rebeldes de Homs. Considera a menudo como el foco de la revolución de las protestas, Homs ha pagado cara su oposición a Bashar al Asad. Los barrios rebeldes llevan asediados desde junio de 2012 por el ejército regular, que los bombardea regularmente y miles de sirios viven allí en condiciones espantosas, sin comida ni medicinas.
Los negociadores examinaron el domingo el problema de los presionaros y desaparecidos, un fenómeno que se amplifió desde que el movimiento de protesta de marzo de 2011 se transformó en guerra civil sangrienta que dejó más de 130.000 muertos y millones de refugiados y desplazados.
La oposición afirma que posee una lista de 47.000 personas detenidas en las cárceles del régimen. Presentó en el transcurso de las negoaiciones unas primera lista de 2.300 mujeres y niños. "Si se produce un intercambio, la prioriad son las mujeres, los niños y los ancianos", declaró Monzer Aqbiq, portavoz de la delegación opositora.
Aunque no existen cifras exactas acerca de los prisioneros y desaparecidos, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) evoca 17.000 desaparecidos y "decenas de miles" de desaparecidos en las cárceles del régimen.
El OSDH también menciona miles de personas secuestradas o detenidas por grupos armados, sobre todo yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL) y del Frente al Nosra, así como por grupos rebeldes.
