En casa mando yo

Danubio derrotó a Nacional por 2 a 0 con goles de Jonathan Álvez y de Líber Quiñones. En un partido mal jugado y polémico, Danubio se sintió más cómodo que su rival durante toda la tarde. Martín Vázquez tuvo incidencia directa en el juego con fallos que perjudicaron al Tricolor.

Actualizado: 14 de setiembre de 2013 —  Por: Diego Muñoz

En casa mando yo

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Todas las miradas estaban puestas sobre él. Volvía a su casa como un extraño. Ahí, donde antes era ovacionado ahora lo silbaban, donde antes había banderas en su honor ahora había gestos duros. El tiempo curará las heridas de una relación llena de buenos e inolvidables momentos pero esta vez Nacho González salió a la cancha de Jardines a jugar su partido más difícil.

La semana del jugador debe haber sido un tormento. Por su cabeza deben haber pasado cientos de imágenes, recuerdos y pensamientos. Y eso no lo pudo dejar afuera a la hora de estar en la cancha. A pesar de que la gente no lo trató demasiado mal, se lo notó perturbado, incómodo, aturdido.

Cuando se fue los hinchas de Danubio le mostraron su enojo. Fue el momento de la tarde en el que más lo hostigaron. Nacho no se inmutó. Bordeó el campo como sabiendo que eso iba a pasar y se refugió en los aplausos de los parciales de Nacional.

Pero ahora ningún hincha danubiano se acuerda de lo que pasó al comienzo de la tarde. Nacho ya no está en el campo mientras los hinchas deliran en la tribuna. Danubio ganó un partido cerrado, áspero, mal jugado, polémico.

Nacional se fue sin puntos y con una bronca tremenda con Martín Vázquez. De nuevo el juez estuvo en el centro de la escena por un mal arbitraje.

En el comienzo hubo penal de Pablo Lima a Iván Alonso que el juez no cobró. En el final del primer tiempo Guillermo De Los Santos pasó corta la pelota y fue con vehemencia a recuperar. Pero su entrada no merecía la roja que mostró Vázquez. Ya en el segundo tiempo y con el partido 2 a 0 Lucas Cavallini marcó un gol que el juez anuló por una inexistente falta de Santiago García sobre Salvador Ichazo.

Danubio se aprovechó de las circunstancias de un partido entreverado y más peleado que jugado. Se hizo fuerte en su cancha y demostró que está para pelear.

En el comienzo el local se mostró mejor. Fueron cinco minutos en los que estuvo cerca del arco de Nacional pero enseguida el partido se hizo parejo. En ese lapso llegó el agarrón de Lima a Alonso dentro del área y la lesión de Fabián Canobbio que debió abandonar la cancha.

A los 16 una pelota cayó sobre el área tricolor, Quiñones la peinó y Álvez le ganó la espalda a un dormido Ismael Benegas para definir ante la salida de Jorge Bava.

A partir de ese momento, Danubio interpretó mejor cómo jugar el partido. Nacional no encontró nunca los circuitos de fútbol. Perdido González, entreverado De Pena, sin proyección por los laterales, era Alonso contra el mundo.

El equipo de Ramos supo aprovechar la pasividad de una defensa que tuvo una tarde para el olvido. Un par de tiros de afuera del área sacudieron a Bava y sobre los 40 llegó la expulsión de De Los Santos.

En ese momento Nacional perdió el humor. Los jugadores se descontrolaron y Danubio se relamió. Ni siquiera el entretiempo tranquilizó al equipo de Arruabarrena.

Con uno menos y en desventaja, fue Alonso el estandarte de Nacional y quien estuvo a punto de empatarlo con un tiro libre que sacó al córner Ichazo. La falta de Ricca sobre Nacho González fue igual que la de De Los Santos pero esta vez Vázquez mostró amarilla al de Danubio, lo que evidenció de forma explícita su error en el primer tiempo.

A los 68 lo liquidó Quiñones quien apareció sin marca dentro del área chica para recibir un centro desde la derecha y colocó la pelota contra el palo.

Nacional cerró los ojos y fue sin ideas. A nueve del final Lucas Cavallini, que había ingresado unos minutos antes, puso el descuento pero el juez vio falta del Morro García.

Danubio se llevó todo lo que fue a buscar a Jardines en una lluviosa tarde en la que Nacional no tuvo juego ni equilibrio para revertir el resultado.