Creer en lo posible

Hay fiesta en el Estadio. Celebran los jugadores. Delira la gente en las tribunas. La Celeste de Tabárez es, una vez más, motivo de orgullo de todo un país. Era cuestión de creer. Pero no por una cuestión de fe. En el fútbol los milagros se dan muy de vez en cuando. Casi siempre lo que sucede está atado a causas que lo pueden explicar.

La noche de verano adelantado que se vive en el Centenario cobija a todos. Incluso hasta los que hace dos meses pedían el fin del proceso con soberana liviandad. Bastaron algunos malos resultados deportivos para que plantearan tirar por la borda uno de los ciclos más exitosos de la historia de la selección. Pero eso no importa ahora. Todos festejan. Todos disfrutan. Todos reconocen.

Era cuestión de creer en un técnico y en un plantel con cabeza de titanio, capaz de levantarse de golpes que dejarían fuera de combate a la mayoría.

Así fue en la Eliminatoria para el Mundial de Sudáfrica, así pasó en el Mundial, así sucedió en la Copa América de Argentina, así ocurrió en esta Eliminatoria en la que con nueve puntos de nueve encaminó las cosas.

Tabárez sentó las bases para estar en la selección. En ese manifiesto había una palabra clave: compromiso. Se podía fallar en el juego pero no en el compromiso. Y esa adhesión a la camiseta, al grupo, rescató al equipo en cada uno de los momentos límites.

Era cuestión de creer en un entrenador capaz, serio, coherente, reconocido y valorado mundialmente. Un entrenador que revolucionó las selecciones nacionales con una planificación para todas las categorías impensable hace pocos años atrás.

Era cuestión de creer en los jugadores. Por ahí andan Luis Suárez y Edinson Cavani, compañeros en el Sub 20 de Canadá 2007. En otro costado se juntan Gastón Ramírez con Nico Lodeiro, que llegaron luego del Sub 20 de Egipto. En el área se abrazan José María Giménez, que debutó con 18 años de titular, con un gigante Andrés Scotti, símbolo de una camada de jugadores capaces de rendir en la selección cada vez que Tabárez los necesite.

Con su semblante recuperado en Venezuela, su repunte futbolístico en la Copa de las Confederaciones y la moral por las nubes tras el triunfo en Lima, Uruguay salió a jugarle a una de las dos mejores selecciones de las Eliminatorias.

El primer tiempo no fue bueno. Las inclusiones de Nicolás Lodeiro y Álvaro González no dieron lo que el técnico esperaba. La Celeste no tuvo capacidad de desdoble por la derecha ni juego asociado por el medio. Ante esto, el único desahogo fue por izquierda.

Colombia tocó la pelota como sabe. Con paciencia, buscó los tiempos y los espacios para lastimar. Pero Uruguay lució concentrado en defensa. Giménez y Scotti, que debían marcar nada menos que a Falcao, hicieron un partido imperial y solo padecieron en un pase filtrado sobre los 25 minutos. La Celeste se cerró como un puerco espín atrás y los colombianos lateralizaron sin profundidad.

Para el segundo tiempo Tabárez recompuso la oncena a tiempo al colocar a Walter Gargano y a Cristian Stuani.

A los 30 segundos Cavani sacudió el horizontal con un remate en la entrada del área y desde ese momento el partido fue otro. El equipo quedó con una estructura más sólida, con dos volantes interiores y dos exteriores y con los delanteros mejor abastecidos.

Colombia repetía los caminos de búsqueda pero no lastimaba al tiempo que Uruguay funcionaba como un bloque a la hora de defender y empezaba a mostrarse con decisión en ataque. El abanderado en ambas áreas era Cavani. Un todoterreno insuperable.

Cuando Pekerman había dado señales de estar cumplido con el punto y había sacado a Teo Gutiérrez, Tabárez envió otro mensaje. Colocó a Gastón Ramírez por un extenuado Cristian Rodríguez para tratar de buscar la victoria. Cinco minutos después Cavani robó la pelota a metros del área de Muslera y segundos más tarde definió de cabeza en el área de Ospina.

Gol de Cavani en #futbolx180

Con Colombia todavía en shock, Ramírez recibió un lateral, la jugó al medio y Stuani hizo el segundo.

Entonces la gente en el Estadio se soltó y festejó un triunfo que permite a igualar los puntos de Ecuador y que demuestra que este equipo tenía cosas para dar. Solo era cuestión de tratar de revertir una situación complicada en lo deportivo con el mejor técnico y los mejores jugadores. Era cuestión de creer en lo posible.

Momentos finales en #futbolx180