La iniciativa fue de la concubina del hermano de la víctima, quien sentía profundo rencor por su cuñado y concuñada a causa de que estos y su hijo residían en una propiedad de los hermanos, presuntos únicos herederos de esa casa y de un campo del cual recibían una renta.
La mujer ahora procesada, de 40 años de edad y docente de biología, hacía público el desprecio que sentía por el hermano de su compañero y por la esposa de aquel, a quien llamaba despectivamente "esa negra".
Su ira por la situación y su interés por hacerse de una casa de alto valor económico, en pleno centro de la ciudad, la llevó a planear la muerte del matrimonio y su pequeño hijo.
La docente contactó a un joven de 19 años y le pidió que consiguiera a un amigo que lo ayudara. Este recurrió a otro joven de 17 años. Ambos fueron con ella en dos ocasiones hasta la casa de la calle Paysandú para ver el movimiento de la zona.
Como el segundo adolescente era de escasa corpulencia, la mujer pidió al primero que consiguiera un amigo de mayor porte, por lo que este invitó a otro joven de 16 años, quien aceptó participar.
Los tres complotados fueron a la casa de la familia presuntamente el día 7 de agosto. La mujer tocó timbre y cuando su cuñado salió para abrirle, los otros dos lo tomaron por la espalda y lo forzaron a ingresar a la vivienda para luego matarlo con una puñalada en el cuello.
"El niño fue muerto por asfixia por la propia tía política, quien le había
manifestado a sus compañeros de reato que ella misma pondría fin a la vida del infante para que no fuera como el padre, no quedaran herederos y así creer que podía hacerse de la casa familiar. Lo colocó sobre la cama matrimonial, le apretó la boca con las manos, luego le puso una almohada en el rostro para sentarse sobre él hasta que el niño dejó de respirar", señala el auto de procesamiento del juez Seijas.
Luego revisaron la casa y la mujer sustrajo dinero. Cuando advirtieron la llegada de la dueña, se ocultaron para esperarla y la tomaron del cabello, la arrojaron al piso y la mataron con el mismo cuchillo que a su marido.
Al principio su concuñada "comenzó a asestarle puntazos en el
pecho (especialmente sobre los senos)" mientras la insultaba, pero como no lograba matarla, el adolescente de 16 años tomó el arma blanca y le dio una puñalada en el cuello.
El magistrado procesó con prisión a la mujer por la comisión de tres delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados en reiteración real y en calidad de autora.
Los homicidios están especialmente agravados por la premeditación y muy especialmente agravados por ejecutarlos para consumar otro delito. Además, dos de ellos muy especialmente agravados por el precio o la promesa remuneratoria y uno de ellos muy especialmente agravado por realizarlo con grave sevicia.
El joven de 19 años fue procesado con prisión por la comisión de dos delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados en reiteración real y en calidad de autor.
En cuanto a los dos adolescentes, se les inició procedimiento por la presunta comisión de dos infracciones gravísimas a la ley penal, tipificadas como delito de homicidio especial y muy especialmente agravado, el primero en calidad de autor y el segundo en calidad de cómplice.