La JIFE sostuvo que esta legislación contravendría los tratados internacionales para el control de drogas, en particular, la Convención sobre Narcóticos de 1961, de la que Uruguay es parte. Además, lamentó que "las autoridades uruguayas rechazaran la propuesta de recibir una misión de la JIFE para discutir el proyecto de ley antes de que fuese enviado al Parlamento".
La JIFE advirtió que "si la nueva ley es aprobada podría tener graves consecuencias en la salud y el bienestar de la población y para la prevención del uso de marihuana entre los jóvenes".
El diputado Julio Bango había advertido sobre este tipo de situaciones a las que se exponía Uruguay con la aprobación del proyecto. "La decisión que libre y democráticamente toma el Parlamento uruguayo generará controversia y presiones de algunos organismos internacionales. También disponemos de elementos en ese plano para salvaguardar nuestro apego al orden jurídico internacional que Uruguay siempre defendió y debe defender.
Bango dijo que los ponía en contra de la convención de Viena pero los alineaba con otros tratados de igual importancia.
Cuando el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) estuvo en Uruguay para presentar el Informe sobre el Problema de las Drogas en las Américas le dijo a No toquen nada que era partidario de la experimentación con modelos regulatorios como el que el gobierno propuso con la marihuana.
En su trabajo plantea cuatro escenarios posibles y menciona que la situación evoluciona hasta el punto que se genera tensión en la comunidad internacional.
En este sentido, Insulza afirmó que en Asia el tratamiento a la adicción a las drogas es mucho más violento que en América Latina. “Estamos hablando de pena de muerte para el tráfico de drogas. Entonces, las convenciones internacionales tienen el problema de que como son globales tratan situaciones bastante distintas”.
Consultado sobre la posibilidad de que Uruguay encare efectivamente un camino de regularización de la marihuana, Insulza remarcó que la discusión sobre esta droga y la despenalización del consumo son dos de los debates principales que emergen en esta nueva etapa.
Enfatizó que Uruguay es “un lugar donde las cosas se pueden discutir de manera madura, tranquila sin que esto provoque fracturas ni mucho menos”. Y agregó: “hay dos temas que el informe deja en claro y que son ampliamente discutidos. El tema de la marihuana en primer lugar y el tema de la despenalización del consumo”. Aseguró que vale la pena hacer esos dos debates y ver lo que resulta.