Arde una joya de París

La mansión Lambert, una de las joyas arquitectónicas de París, que perteneció a la familia Rothschild y donde vivieron la célebre actriz Michele Morgan y el multimillonario chileno Arturo López Willshaw, fue arrasada por las llamas en la madrugada del miércoles.

Actualizado: 10 de julio de 2013 —  Por: Redacción 180

Arde una joya de París

Sin datos (Todos los derechos reservados)

Los bomberos lucharon durante toda la noche para apagar el incendio de esa mansión ubicada en la isla San Luis, muy cerca de la catedral Notre-Dame, en pleno centro de París, que ahora pertenece a un emir de Catar.

Construida en el siglo XVII, la hermosa mansión, situada en la punta de la isla San Luis, que fue comprada en el 2007 por la familia del emir de Catar, por unos 60 millones de euros, estaba vacía porque estaba siendo restaurada, por lo que el incendio no causó víctimas.

Obra de juventud de Louis Le Vau, arquitecto del Palacio de Versalles, la mansión Lambert, clasificada como Monumento Histórico en 1862, se encuentra en la Isla San Luis, uno de los barrios más antiguos y más señoriales de la capital francesa.

Situada en la punta de la isla San Luis, contigua a la catedral de Notre Dame, el histórico edificio poseía decoraciones interiores extraordinarias, obra de grandes artistas franceses, entre ellos el pintor Charles le Brun, cuyos lienzos cuelgan en Versalles y en el museo del Louvre.

Fue comprada hace seis años al barón Guy de Rothschild por el hermano del entonces emir de Catar, que quería convertirla en una residencia de gran lujo, lo que desencadenó una gran polémica en París.

Los bomberos lucharon durante varias horas contra el fuego, que amenazaba propagarse a los edificios adyacentes, y lo lograron controlar en la madrugada.

La mansión ha tenido habitantes célebres, entre ellos Margarita de Orleans. En los años entre las dos guerras mundiales, fue habitada por el multimillonario chileno Arturo López Willshaw, llamado "el rey del guano", y su íntimo amigo Alexis de Redé.

El acaudalado industrial, que poesía islas en las costas de Chile, amaba las fiestas y el arte, y se convirtió en un personaje de las noches parisinas.

La compra del edificio por los cataríes desencadenó una polémica y una batalla judicial en París sobre su preservación a raíz de ciertas obras previstas por los nuevos propietarios, sobre todo un elevador para vehículos, que iba a ser construido bajo el jardín, a lo que se opuso el Ayuntamiento de París.

Finalmente se llegó a un acuerdo con la mediación del Ministerio de Cultura.

El incendio del edificio, que se propagó rápidamente, ha provocado conmoción, sobre todo entre los parisinos que lucharon para conservarlo.

"El fuego se propagó bastante rápidamente, ya que el edificio estaba vacío y en plena restauración, y la intervención era muy complicada en una estructura debilitada", explicó a la AFP el teniente coronel del servicio de bomberos Pascal Le Testu.

Unos 10 habitantes de edificios vecinos debieron ser evacuados, precisaron los bomberos.

El incendio de la mansión Lambert "es una catástrofe, porque nos hemos peleado para que los frescos de la galería Hércules sean conservados en el proyecto de renovación y todo fue arrasado por las llamas o inundado por el agua", declaró a la AFP una vecina, Sophie Pons, que vive detrás de la mansión.