El tratado ahora debe ser ratificado por el Parlamento y de ser ratificado entrará en vigencia en 2015. La conferencia terminó sin acuerdo. El tratado final fue firmado por 89 países, entre ellos Uruguay, y rechazado por 55 países, alguno de los cuales se reservaron el derecho de firmarlo luego de consultar con sus gobiernos.
El tratado fue apoyado mayormente por países africanos, latinoamericanos y árabes, y rechazado por Estados Unidos, Europa, Canadá y Australia.
El director nacional de Telecomunicaciones, Sergio De Cola, jefe de la delegación uruguaya en Dubai, dijo a No toquen nada que Uruguay firmó el acuerdo porque coincide con el texto y no representa un peligro para la red tal cual funciona ahora.
“El tratado no debía hablar de contenidos, no debía inmiscuirse en la gobernanza de internet y, de hecho, el texto que fue sometido a consideración cumple con esos objetivos. Por lo tanto Uruguay apoya porque estamos de acuerdo con lo que dice. No vemos que signifique ningún peligro ni ninguna posibilidad de que sea utilizado de manera no apropiada para controlar o regular lo que circula en internet. Estamos tranquilos en ese sentido, no hay nada de eso”, dijo De Cola.
El Reglamento de las Telecomunicaciones Internacionales se negoció por última vez en 1988, antes de la masificación de internet y los teléfonos celulares. Naciones Unidas entendió que era el momento de adaptar la normativa a la realidad actual.
El texto base es el mismo que el de 1988, al que se le agregaron 4 artículos. Un artículo por el cual los estados miembros se comprometen a garantizar la seguridad y robustez de la red de telecomunicaciones internacionales. Otro que apunta a las comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas, en el que se alienta a los países a “tomar medidas necesarias para evitar la propagación de comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los servicios internacionales de telecomunicación”.
También se agregó un artículo para que los países adopten buenas prácticas de eficiencia energética y residuos electrónicos y otro que promueve el acceso a las telecomunicaciones a personas con discapacidad.