Desde hace tres años los cambios que Newey hace en Red Bull se convierten en la referencia para las demás escuderías, que tratan de copiar sus soluciones en la medida que pueden. El último invento del alemán Newey, el ingeniero más influyente de la Fórmula 1 moderna, explica en un buen porcentaje el salto de calidad que el actual RB8 ha dado en los últimos cuatro grandes premios que le han permitido a Sebastian Vettel tomar la punta del torneo.
Una nota de El País de Madrid da detalles de la capacidad de Newey. El Red Bull RB5 terminó 2009 como el prototipo más rápido de la parrilla, por más que la inercia inicial del Brawn GP, gracias al doble difusor que creó tanta controversia, le catapultara hacia el título. El RB6 del siguiente año fue el que más triunfos acumuló (nueve) y sin embargo a la siguiente temporada creó el RB7, el aparato más dominante de la historia y que terminó con 12 victorias y 18 poles sobre 19 posibles.
Pero la Federación Internacional del Automóvil (FIA) prohibió el difusor soplado lo que supuso un golpe bajo para Red Bull, que debió adaptar el nuevo coche a la reglamentación.
Luego del inicio del mundial 2012, que arrancó como el más disputado con siete ganadores distintos en las siete primeras jornadas, Newey hizo de las suyas. Revitalizó al RB8, con varios elementos, como por ejemplo la introducción del Doble DRS alerón trasero móvil, que incrementa la velocidad punta en las rectas.
La nota de El País cuenta que el fin de semana pasado Newey demostró una vez más su capacidad. En India, los coches de Vettel y Webber iban absolutamente amorrados al asfalto. “Newey decidió aumentar el rake o ángulo de inclinación, o sea, levantarles el culo, para aumentar la carga aerodinámica de la parte delantera y, de esta forma, corregir un problema que martirizó a la mayoría. Por la televisión se veía perfectamente que para meter el morro en los virajes, los pilotos debían forzar mucho, y en algunos casos, eso les llevaba a perder el control de atrás”, explica Joan Villadelprat en la nota. “Adrian, una vez más, tenía muy claro lo que quería y prefirió sacrificar las rectas, donde sus monoplazas volvieron a ser de los más lentos, para ser más rápido en las curvas. “Sebastian iba increíblemente rápido en las tramos virados”, observó Lewis Hamilton.
Desde el gran premio de Singapur, a finales de setiembre en Singapur, Vettel ganó todos los grandes premios.
