“La idea nació de forma muy orgánica. Tuve mi primera hija y comencé a tocarle las canciones que se le tocan a todos los niños. Como soy jazzista lo llevo todo para el lado de armonizar las versiones originales y las melodías”, le contó Goldsztein a 180.
Antes el músico había grabado Jewish standards, que reversiona canciones tradicionales del judaísmo. Entonces, decidió hacer lo mismo con esas canciones que interpretaba para entretener, calmar o dormir a sus hijas.
Eran 25 o 30 temas pero él quedó totalmente conforme con los 10 que decidió incluir en el disco. Así aparecen el Arrorró mi niño, Manuelita, Arrocito con leche y Algún día mi príncipe volverá, entre otros clásicos.
El disco, financiado por el Fondo Nacional de la Música y editado por Bizarro, no solo está pensando para los más chicos. Como se trata de un registro de jazz, más allá de servir para diversificar el tipo de música que escuchan los niños, también puede captar la atención de los adultos.
Estos comentarios le han llegado al músico de la gente que escucha el trabajo. “Hay gente que se lleva una sorpresa porque al ver el disco piensa que es música infantil. Pero cuando te lo ponés a escuchar, no está encarado de una forma infantil. No es solo para los niños. Mucha gente se lleva la sorpresa de que es un disco de jazz versionando temas infantiles, las armonías son las mismas que ponés en cualquier standard de jazz”, contó Goldsztein.
El trabajo seguramente también sea editado en Buenos Aires y ahora están pensando en su presentación. La mayoría de las versiones son dúos en los que Goldsztein interactúa con otros músicos. Así aparecen Nicolas Arnicho (percusión), Federico Righi (bajo), Diego Porchile (guitarra), Luis Ravizza (simulador perros), Sara Sabah (voz), Leonel Gasso (bandoneón), Ricardo Lacuan (guitarra) y Matías Fernández Grillo (cello).
También están registradas las risas y los llantos de las hijas de Goldsztein, verdaderas promotoras de este trabajo. Ellas, sin embargo, siguen escuchando a su padre tocar en vivo y en directo. “A ellas les sigo tocando yo, el disco lo uso para el auto”, contó.