El proyecto se inició y tuvo gran impulso durante la administración de Ricardo Ehrlich, pero cuando cambiaron las autoridades de la intendencia, el proyecto se interrumpió y está a la espera de que el gobierno departamental tome una definición.
La factura eléctrica de la intendencia es de 18 millones de dólares por año, por un consumo de 90 gigavatios/hora. El 75% se destina al alumbrado público y el resto se distribuye entre las estaciones de bombeo de la red de saneamiento y los 300 edificios que tiene a cargo.
La idea de la intendencia es construir un parque eólico que produzca la cantidad de energía suficiente para cubrir las necesidades de la intendencia.
El proyecto del parque empezó en 2007 cuando se encargó a la Facultad de Ingeniería la realización de un mapa eólico de Montevideo para evaluar el potencial del departamento. El mapa se completó en 2008 y se identificaron tres lugares que cumplen con las condiciones para el aprovechamiento de la energía del viento.
José Cataldo, responsable del Grupo de Energías Renovables de la Facultad de Ingeniería, explicó a No toquen nada que “el primer proyecto mostraba que Montevideo es un lugar muy adecuado para explotar el recurso”, pero “como es un lugar muy poblado, no cualquier lugar es apto para poner un parque eólico”, por lo que varios lugares fueron descartadas por cuestiones ambientales.
Los lugares que se identificaron para la instalación del parque eólico son Punta Yeguas (en el oeste, sobre las costas del Río de la Plata), PAU 13 (Parque de Actividades Urbanas, zona central) y Cuchilla Pereyra (zona norte). Esta última, una zona ubicada al norte del departamento, próximo al arroyo Las Piedras, se seleccionó como el lugar más probable de instalación.
Los números preliminares del estudio indican que construir un parque eólico en Montevideo es rentable. Se estimó una inversión inicial de 80 millones de dólares, que se recuperaría en un período de 10 años. Los molinos de viento tienen una vida útil de 20 años.
En agosto de 2009 se firmó un nuevo convenio con la Facultad de Ingeniería para realizar mediciones de larga duración en los lugares seleccionados, para estudiar el comportamiento del viento durante un año y calcular la producción de energía.
El convenio debió finalizar este año pero la intendencia lo interrumpió antes a pesar de que aprobó los fondos necesarios para que se realizara. El costo del convenio era de 34.500 dólares.
Cataldo explicó que los objetivos que tenía este segundo convenio eran la realización de mediciones de larga duración, la evaluación del potencial eólico, terminar de hacer la micro-localización del parque, calcular la producción que va a tener, hacer los estudios de impacto ambiental y elaborar las documentaciones para lograr los fondos y proceder a la compra de los aerogeneradores que se van a instalar.
El incumplimiento del convenio fue observado por el Tribunal de Cuentas en mayo de 2010. El 19 de julio de ese año, pocos días después de que asumieran las nuevas autoridades, la intendencia resolvió reiterar el gasto a favor de la Facultad de Ingeniería. Sin embargo, la totalidad del pago nunca se concretó.
Para Cataldo no es común que se interrumpa un convenio que se firmó y para el que se le destinaron recursos. “A veces ocurren estas situaciones por apresuramiento en algunos momentos y falta de definiciones, posteriormente quedan inconclusos los trabajos. No es lo normal pero no sería la primera vez que ocurre”, dijo.
Lo que pasó entre medio fue que cambiaron las autoridades de la Intendencia. Al asumir en julio de 2010, la administración de Ana Olivera priorizó las inversiones en otras áreas y frenó el impulso que la administración anterior estaba dando al proyecto.
La directora de Planificación Estratégica de la Intendencia de Montevideo, Ana María Martínez, explicó a No toquen nada que en este periodo de gobierno departamental “la intendenta fue muy clara: las prioridades estuvieron orientadas a los servicios básicos de la administración. Esas prioridades determinaron que los recursos se volcaran en determinada dirección”.
A pesar de que se interrumpieron los trabajos con la Facultad de Ingeniería, Martínez dijo que el proyecto de parque eólico siempre tuvo continuidad y aseguró que se avanzará en la construcción del parque.
Martínez dijo que el parque eólico es una propuesta más que integra el Plan Estratégico de Energía para Montevideo que en su etapa final contiene las acciones y proyectos a desarrollar. El plan se presentó este año y está a estudio de la intendenta Ana Olivera.
La directora de Planificación Estratégica de la Intendencia dijo que “no es que no se le dé importancia” al proyecto sino que se está evaluando el momento adecuado para concretar la inversión. “Es un proyecto tan importante, de tal complejidad, que requiere una maduración y una definición precisa del momento en que la Intendencia se embarca a invertir en este sentido”, explicó.
Entre los temas que falta definir, además de la realización por parte de la Facultad de Ingeniería del último estudio técnico, está cómo se gestionará el parque, negociar con UTE el precio al que comprará la energía que se genere y hacer proyectar la conexión del parque con la red de distribución.
También la intendencia tiene bajo análisis la posibilidad de construir un parque eólico en conjunto con las intendencias de Canelones y San José. En el caso de que se opte por este camino, se negociará un acuerdo con estas intendencias y se revisará la ubicación del parque.
Sin embargo, frente a la postergación del proyecto, el responsable del Grupo de Energías Renovables de la Facultad de Ingeniería, José Cataldo, espera que la Intendencia vuelva a colocar al parque eólico entre sus prioridades. “La Intendencia tiene una oportunidad de accionar sobre la sociedad con la instalación de este parque”, dijo.
“Montevideo ha venido creciendo y aumentando los requerimientos energéticos, y la Intendencia puede jugar un rol interesante, no solo como administrador sino como generador, como quien aporta un recurso al desarrollo de la sociedad que gobierna”, concluyó Cataldo.
En base a un informe de Gabriel Farías (No toquen nada)
