El Instituto lo destinará a la compra de tierras. La noticia puede sonar contradictoria con lo que informó No toquen nada la semana pasada. El hecho de que a nueve meses de su aprobación el ICIR no esté reglamentado sigue siendo cierto y eso imposibilita el cobro del impuesto que financiará las obras de caminería rural de las intendencias. Esa es la parte más grande de la recaudación del ICIR, la que se le cobrará a los campos de más de 2.000 hectáreas CONEAT 100, pero no es la única.
“La sección dos tiene que con un ajuste del IRPF y el IRAE en el momento de la compraventa para aquellos campos que se habían comprado o vendido antes de la reforma tributaria. En ese segundo numeral lo que se cobra va directamente al INC y ya está reglamentado. Se está cobrando y lo tiene la DGI. El Instituto ha pedido si nos lo pueden enviar porque estamos comprando campos intensamente”, explicó Berterreche.
La compra de campos por parte del Instituto es intensa pero está lejos de alcanzar la meta planteada por el presidente José Mujica durante la campaña electoral, donde prometió llegar a 250.000 nuevas hectáreas en poder del Instituto. Según confirmó Berterreche en este momento se estaría llegando a las 25.000 hectáreas incorporadas desde 2010, lo que significa un 10% de la meta en un 50% del tiempo.
Entre los campos recientemente adquiridos por el INC hay uno que tiene un significado particular. Se trata de un campo de 2.800 hectáreas en Bella Unión, que según Berterreche cerraría el capítulo de compra de campos en torno al proyecto sucroalcohlero de ANCAP en el norte del país y daría respuesta a un proyecto reclamado por la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA).