El texto fue aprobado tras 14 horas de intenso debate por 50 votos a favor y 49 en contra.
Tras su aprobación, el texto volverá al Senado, donde sólo con los votos del Frente Amplio será ley.
El texto no penaliza la interrupción del embarazo si la mujer que desea abortar se entrevista con un equipo de al menos tres profesionales que le informará sobre los riesgos, las alternativas y los programas de apoyo a la maternidad o de adopción.
Luego tendrá que esperar cinco días y si ratifica su voluntad de interrumpir su embarazo se coordinará el procedimiento.
Como excepción, se autorizaría el aborto cuando el embarazo implique un grave riesgo para la salud de la mujer, cuando haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina o cuando el embarazo sea producto de una violación, dentro de las 14 semanas de gestación.
"Este proyecto opta por un camino intermedio, la senda del menor mal ante valores en conflicto, y nos recuerda que la salida civilizada cuando la humanidad ha enfrentado situaciones de esta naturaleza siempre ha consistido en apelar a la participación de terceros que tomen en cuenta todos los aspectos involucrados", dijo el diputado Posada.
El texto aprobado en Diputados surge de la negociación del Frente Amplio con Posada, porque la izquierda no contaba con mayoría por la oposición al proyecto del diputado salteño Andrés Lima.
Por eso el proyecto no solo es rechazado por las organizaciones contrarias al aborto, sino también por las que lo apoyan.
La Coordinadora por el Aborto Legal sostiene que el texto no le reconoce a la mujer el derecho a decidir libremente sobre su vida y que no prevé sanciones a los servicios de salud que no cumplan los plazos previstos.
Durante el debate, la diputada del oficialismo Susana Pereyra admitió al defender su respaldo al texto que "no es el proyecto que quisiéramos, pero es el resultado de un acuerdo que logramos", y añadió que "esto no legaliza el aborto pero sí lo despenaliza".
Pese a que una ley de 1938 pena al aborto, desde 2008 la mujer que desea interrumpir el embarazo tiene garantizado el derecho a obtener información sobre la mejor manera de hacerlo, y la indicación más frecuente es recurrir al misoprostol.
Si el Senado, como se espera, aprueba el proyecto, Uruguay se convertirá en el primer país sudamericano en despenalizar el aborto, mientras que en América Latina es legal en Cuba, Guyana, Puerto Rico y Ciudad de México.