“Me pareció importante poder conocer cuáles son los argumentos que a través de la historia se han dado en la lucha contra las drogas”, dijo Garat a 180.
El autor del libro dijo que a fines del siglo XIX y a principios del XX, las drogas como el opio, la cocaína y el cannabis eran utilizadas por los médicos como calmantes y combatían la tos y la laringitis. Pero luego esas drogas cayeron bajo la lupa de los gobiernos, que se juntaron en la Sociedad de Naciones para limitar el uso de las sustancias.
Garat dijo que el libro cuenta cómo Uruguay participó activamente en la lucha contra la “toxicomanía”, pasa por la dictadura de Terra, por los años 60, con la presencia de los “hippies uruguayos”, aunque en el contexto montevideano no había drogas. También aborda el periodo de dictadura, en el que 1.100 personas fueron enviadas a prisión o al Hospital Vilardebó.
El libro también cuenta muchas historias de vida. “La droga por sí misma no es nada, son las personas las que hacen un uso de ella”, dijo Garat.
“Yo estaba escribiendo para Brecha una crónica sobre el caso de Alicia Castilla. Entré a la cárcel de Canelones, me hicieron la revisación como a todo el mundo, me tuve que desnudar bajo la prepotencia policial”, dijo Garat al respecto de la razón que lo impulsó a escribir el libro. A partir de ahí, se dio cuenta de que Castilla, encarcelada por cultivar cannabis en su casa, “no tiene nada que ver con ese mundo”.
A Garat eso le “chocó mucho” y le pareció “una gran injusticia”, por lo que se dedicó a “buscar cuáles fueron los principios que cimentaron el imaginario colectivo sobre las drogas, que a su vez repercutió en el imaginario político”.
El libro propone “una oportunidad para debatir seriamente con argumentos técnicos, filosóficos, éticos, morales, y llegar a otra forma de abordar este tema. ¿Vamos a dejar que el narcotráfico siga ocupando los lugares de poder que ocupa en América Latina?”, concluyó Garat.