Gabriela Guillermo estudió en la Universidad Paris 8. Allí realizó la licenciatura y la maestría en Estudios Cinematográficos y Audiovisuales. La Paris 8 nació del mayo francés “con un espíritu libertario y crítico”, afirma con orgullo Gabriela. Allí dieron clases Gilles Deleuze, Félix Guattari y Antonio Negri, entre otros pensadores. Pero el nombre clave del lugar, el hombre esencial en la formación de la directora de Una bala para el Che es el del cineasta André S. Labarthe, productor y director (en muchas ocasiones) de las series documentales-cinéfilas: Cinéma, de notre temps (Cine de nuestro tiempo) y Cinéastes de notre temps (Cineastas de nuestro tiempo). Una bala para el Che no es una obra documental, pero es una ficción que se alimenta de hechos reales y, con certeza, del amor que siente Gabriela por las obras de Jean-Luc Godard, Eric Rohmer y John Cassavetes.
¿Por qué hiciste Una bala para el Che? ¿Qué te interesó del proyecto?
Hice la película porque cuando me contaron del hecho acontecido en el ’61 (el asesinato de Arbelio Ramírez “por error”, ya que supuestamente se buscaba asesinar al Che ); no lo creí. A partir de allí, ya se me presentó como una historia de ficción. Indagué entre mis contemporáneos y más jóvenes, y casi nadie sabía del hecho. La investigación entonces se volvió apasionante: los diarios de la época, el contexto donde vivía el Uruguay, la escritura del guión a cuatro manos, la recorrida por los lugares de archivos (que luego plasmamos en la película tal cual fue), los protagonistas que no son héroes sino que refieren a personas comunes, la mirada que incluye sentimientos, vivencias, sueños, conflictos. Todo eso me interesó.
¿Por qué Una Bala para el Che ahora, en 2012?
Porque a 51 años del asesinato, es un crimen aún impune, y eso es de una vigencia absoluta. También pensábamos que íbamos a poder estrenarla a los 50 años del asesinato de Arbelio Ramírez a modo de homenaje, pero por los tiempos de postproducción no pudimos.
¿Crees que el film va a servirle a la sociedad de algún modo?
Creo que sí, y te voy a responder con una frase que “Natascha” escribe a máquina en la película: “porque cada olvido es un barrote más en ésta sucia cárcel en que nos estamos convirtiendo”. En realidad, es una frase que escribió Raquel Lubartowski en un trabajo que realizó en coautoría con la viuda de Arbelio Ramírez (Esther Dosil) en el año 71.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribir la película?
La escribimos con Raquel Lubartowski. Entre la investigación previa y la escritura del guión pasaron 2 años.
¿Cuánto tiempo duró el rodaje?
Poco menos de 4 semanas. Como sabés, eso es bastante fugaz en relación al tiempo que se dedica a una realización de un largometraje de ficción. Bajo presupuesto, por supuesto. Pero me considero a esta altura con bastante oficio de realizadora, para poder sacar adelante una película así, como lo hicimos.
¿Por qué rodaste en digital?
Porque es más barato. De otra forma era imposible.
¿Sentís que hay quiebres con tu filmografía?
A primera vista puede ser que se vea así. Desde mi interior y ahora que me hacés reflexionar en ello, pienso que trato de respetar siempre mi punto de vista sobre el mundo y las cosas, tanto sea en documentales como en ficciones. A su vez mi punto de vista es mi manera de hacer cine. “Ver” antes de “saber” al decir de Godard.
¿En qué punto de tu carrera creés que estás?
Creo que en el medio del camino.
¿Cuáles son tus objetivos como cineasta?
No sé si tengo objetivos. Tengo una necesidad, un deseo irrefrenable de hacer películas, un ansia, que no la para nada ni nadie.
Obras Claves de Gabriela Guillermo
Documentales:
“Nosotros los de entonces. Recrear la Ley Orgánica de la Universidad” (2008)
“Envejeciendo en Rivera” (2008)
“…mais um carnaval: Baltasar Brum”(2008)
"MARAT SADE en el Vilardebó" (2007)
Ficción:
Una bala para el Che (2012)
FAN (2007)
El Regalo (2000)