Piden "más firmeza" contra discriminación a discapacitados en el transporte

El sábado 11 de agosto una guarda-chofer de Coetc acusó de “hacer trampas para viajar gratis” a Augusto Lotito, un joven al que en ese momento se le rompió el pase libre otorgado por la Intendencia a causa de su discapacidad que consiste en la falta de sus brazos.

Actualizado: 24 de agosto de 2012 —  Por: Redacción 180

Piden "más firmeza" contra discriminación a discapacitados en el transporte

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El sábado 11 de agosto a las 17 horas Augusto Lotito subió al 407 destino Portones, le comunicó a la guarda-chofer que se le había roto el pase libre y pasó. “Creí que no había demasiada explicación en el sentido de que me faltan los brazos”, dijo Lotito a No toquen nada.

Luego de pasar, la conductora lo hizo regresar, por lo que le entregó el pase libre y le reiteró que estaba roto. La mujer, luego de comprobar que no funcionaba, le dijo: “mirá que es la segunda vez que me intentás hacer estas trampas para viajar gratis”.

Lotito se sorprendió ante lo que entendió como una “reacción desmesurada” y dijo que la situación fue “sumamente desagradable” ya que el ómnibus estaba lleno. La conductora le ordenó bajarse en la parada siguiente y le dijo que su pase libre quedaría retenido.

A raíz de esta situación, Augusto Lotito realizó una denuncia a la Secretaría de Gestión Social para la Discapacidad de la Intendencia de Montevideo. Los pases libres solo pueden ser retenidos ante sospecha de falsificación.

La conductora le dijo a Lotito que él “no tenía problemas mentales” y que no sabía por qué tenía un pase. Lotito explicó a No toquen nada que ese día no había salido preparado para pagar un boleto ya que contaba con el pase libre y por eso le pidió a una desconocida que saque dinero de su bolsillo y pague el viaje. Luego de que la guarda-chofer entregara el boleto y el cambio, Lotito exigió que se le devuelva el pase, pero la conductora se negó y le dijo que si no estaba conforme que tomara los datos del coche cuando bajara.

Lotito insistió en que si subía un inspector, él le explicaría la situación y se haría responsable. Él entiende que la conductora “exageró un poco en su mínima función”. “Yo no tengo nada en contra de ningún tipo de trabajadores ni de la gente del transporte ni ningún tipo de empresas. Por el contrario, estoy sumamente satisfecho con el trato que he recibido en los últimos años en todo lo que es el transporte, por eso me sorprendió esa situación y estoy teniendo esta iniciativa”, aseguró.

Desde que se pusieron en circulación en Montevideo las primeras unidades de piso bajo en el Sistema de Transporte Metropolitano (STM) en 2010 y se habilitó el uso del transporte por personas en silla de ruedas, la Secretaría de Discapacidad abrió la posibilidad de recibir denuncias de los usuarios ante faltas e incumplimientos.

Federico Lezama, director de la Secretaria de Gestión Social para la Discapacidad de la Intendencia comentó a No toquen nada que “hay algunas particularidades directamente con las personas que tienen alguna discapacidad” y que “muchas veces las discriminaciones que se expresan en cualquier otro ámbito de la sociedad también se expresan en el transporte, pero no es una situación exclusiva del transporte sino que es una situación que está generalizada en la sociedad”.

Según Lezama, en 2010 las denuncias ante la Secretaria de Gestión Social de la Discapacidad comenzaron a aparecer y el ritmo aumentó en 2011, cuando también subió la cantidad de unidades con piso bajo circulando en Montevideo. En los últimos 10 meses se recibieron 40 denuncias directamente en la Secretaría y también llegaron denuncias desde otras instituciones, por ejemplo la Fundación Alejandra Forlán.

Lezama dijo a No toquen nada que si bien la evaluación de la entrada en funcionamiento de las unidades de piso bajo es positiva, esto también generó una importante cantidad de situaciones de discriminación.

“Se han generado situaciones de discriminación muy fuertes que son omisiones por parte muchas veces de los trabajadores del transporte, que por ejemplo no le paran a las personas con sillas de ruedas o le manifiestan que el lugar donde va la silla está ocupado por otras personas, cuando es un lugar de uso preferencial para las personas en sillas de ruedas”, explicó. “También hemos tenido otros tipos de situaciones más complejas donde se ha manifestado en forma verbal situaciones de no tener la voluntad de llevar a la persona. Eso ha sido muy pocas veces pero lo remarcamos porque expresa una realidad social que nos preocupa mucho”, agregó Lezama.

Las denuncias se pueden hacer con nota, por mail (a secrediscapacidad@gmail.com) o presentándose personalmente en la Secretaría. Los números de teléfono para comunicarse son 1950–2036 y 1950–3397.

Las denuncias se envían a las empresas a través de la División de Tránsito y Transporte que está en el Departamento de Movilidad. Muchas han sido respondidas diciendo que se ha sancionado a los choferes que han tenido las faltas. “Nosotros como Intendencia lo primero que estamos planteándonos como estrategia es la tarea educativa: poder encontrarnos con las empresas y dialogar sobre estos temas para ir aclarando las situaciones porque entendemos que son minoritarias en el conjunto de los trabajadores del transporte”, dijo Lezama.

“Queremos ser muy firmes en cuanto a que si se presentan estas situaciones hay que sancionarlo y con sanciones graves”, subrayó Lezama. “No puede pasar que una persona por ser usuario de silla de ruedas no pueda utilizar el transporte colectivo cuando la realidad es que tiene muy pocas oportunidades para hacerlo”, ya que todavía son “muy pocas” las unidades con respecto al número total.

El diálogo con las empresas sobre esta situación ha sido “fluido” pero la buena voluntad “no se está viendo de forma expresa al momento de recibir las denuncias”. “Creo que es necesaria una respuesta más firme por parte de las empresas para este tipo de situaciones”, opinó Lezama.