En diálogo con No toquen nada, Riccetto contó que primero estuvo en Carolina del Norte y en setiembre de 1999 ingresó al American Ballet, cuando tenía 19 años. “Es una de las compañías más grandes con un repertorio súper extenso, donde han pasado grandes figuras como (Mijaíl) Baryshnikov y Julio Bocca”, dijo.
La bailarina tiene 32 años y comenzó a estudiar ballet a los seis en una academia de ballet de barrio en Montevideo. Cuando tenía ocho años ingresó a la Escuela Nacional de Danza y a los 15 años pasó a integrar el Cuerpo de Baile del Sodre.
Riccetto dijo sentirse “súper orgullosa” por “haber salido de un país tan chiquito, con una escuela de danza tan pequeña, y haber llegado al American Ballet”.
Desde que Julio Bocca es director artístico del Ballet del Sodre, Riccetto participó como bailarina invitada en Giselle, la gira nacional por el interior en 2010 y El Corsario, el año pasado. Este año decidió regresar a Uruguay y asegura que quiere bailar todos los días en el Sodre.
Decidió volver al país “por el momento que está pasando la compañía”. La presencia de Julio Bocca y la realización de grandes producciones la motivaron para este regreso. “Mucha gente y ex compañeros míos hablan de la época de oro del Sodre y yo esa época no la viví. Creo que para los bailarines que están viviendo todo lo que está pasando ahora, esta es su época de oro”, dijo Riccetto.
“La gente necesitaba un buen producto y es lo que está disfrutando en este momento. Yo no he estado en el día a día y tengo ganas de formar parte de eso”, contó.
La bailarina, que firmó un contrato de un año como bailarina principal invitada, dijo que está muy contenta de volver a bailar en su país: “No tengo rencor a lo que el país no me dio. Le tengo muchísimo cariño al país, a mis compañeros, a mi familia, a mi gente. Es mostrar lo que he logrado durante muchos años, hacerlo en mi casa”.
En base a un informe de Nausícaa Palomeque, de No toquen nada.