Según el comunicado del Colectivo Ovejas Negras que informa sobre la situación, “el fallo deja al descubierto una paradoja de nuestro sistema jurídico: los uruguayos y las uruguayas homosexuales no pueden contraer matrimonio en su propio país, pero si lo hacen en el exterior, ese vínculo será finalmente reconocido en Uruguay”.
El comunicado exige que “nuestros legisladores aprueben el proyecto de ley de matrimonio igualitario, presentado en junio de 2011, y pongan fin a esta paradoja que discrimina a miles de uruguayos y uruguayas”.
“Esto cambió 40 años de historia jurisprudencial del Uruguay”, dijo Suárez Bértola a No toquen nada.
La doctora explicó que los matrimonios heterosexuales celebrados en el extranjero eran reconocidos de manera rutinaria en el registro uruguayo y por tanto los hijos de esas uniones tenían todos los derechos de documentación, asistencia a una escuela y cobertura de salud, por ejemplo. En cambio, los matrimonios homosexuales no eran reconocidos y los hijos adoptados carecían de derecho, por ejemplo, a poder viajar a sus países de origen y para lograrlo debían realizar complejos trámites consulares.
La abogada explicó que en el caso de los matrimonios poligámicos, que Uruguay no reconoce, sin embargo no se violentaban los derechos de los hijos surgidos de esos matrimonios.
“Era toda una situación de discriminación directa que llevó a que este caso se judicializara”, señaló. “Llamaba mucho la atención que cuando se trataba de uniones entre personas del mismo sexo se negaran todos los derechos, incluso los de los hijos”, agregó.
Si bien en Uruguay la jurisprudencia no es “fuente formal” de derecho, sí es “fuente material", explicó. Esto es que para los actores del sistema judicial son importantes los fallos anteriores y los tienen en cuenta en sus nuevas actuaciones sobre un mismo tema.
“Esto abre una puerta enorme. Quien debería determinar la amplitud y la concepción de los institutos jurídicos es el Poder Legislativo a través de las leyes. Ante la falta de amplitud en que institutos como el matrimonio son anacrónicos y hay un montón de situaciones que no son contempladas, el Poder Judicial viene a ocupar ese lugar y está permitiendo que distintas parejas consigan casarse en el extranjero y sean reconocidas en Uruguay. Esto es una paradoja”, afirmó.
Suárez también explicó una de las razones por las que se reclama aprobar una ley de matrimonio igualitario aunque Uruguay ya reconozca la unión libre entre personas del mismo sexo.
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