A principios del mes de mayo, a resolución abrió el debate en ese país sobre la efectividad de las sanciones, mientras los cercanos a las víctimas recuerdan cómo los canales usaron el dolor por la tragedia. Sin embargo, la repercusión que esta noticia tuvo en los grandes medios fue escasa.
La multa fue decidida por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) y se tomó porque “una cosa es informar y otra cosa es introducir, bajo pretexto de ello, el sensacionalismo y la falta de respeto hacia las personas”.
Luis Bruell, periodista de la Universidad Católica de Chile, especializado en análisis de medios, dijo en Radio Cooperativa que los informativos de televisión están asistiendo a una “mutación en los géneros”, porque tienen un “mix” de relato periodístico con las cargas emocionales de las ficciones, y eso genera que las narraciones periodísticas sean “microcuentos”.
“No te informan sencillamente que hubo un asalto y que mataron a un cajero, sino que entrevistan a los amigos, a la mamá, al papá que está esperando el cuerpo, y vamos montando un cuento con una fuerte carga emotiva y donde uno lo que está transmitiendo al resto es una experiencia de vida mediatizada através del dolor”, dijo.
Además, señaló que en esto tiene que ver la competencia por el rating, que va generando una “compulsión por no ceder cuando las audiencias son atraídas por una información impactante”.
Según explicó Bruell, el fallo indica que hubo “maltrato” a las personas y “un ejercicio profesional que no entregó información sino que solamente violó la intimidad de las personas”.
“La información que se estaba aportando ya había sido entregada. ¿Qué te informa a ti mostrar personas conmocionadas por el dolor, sin tener ni siquiera la posibilidad de procesar lo que estaban viviendo?”, dijo el especialista a Radio Cooperativa, y agregó: “Si hubiese habido algún pariente del director de un canal de televisión preso en ese módulo de la cárcel que se incendió, te aseguro que el tratamiento hubiera sido distinto”.
El fallo, citado en una nota del diario electrónico Radio Universidad de Chile, agrega que “se intentaba que aquellas personas afectadas por el dolor de la pérdida o lesiones de sus seres queridos relataran casi de inmediato qué sentían, qué opinaban, qué les parecía la situación que estaban viviendo, instantes después que la autoridad les había comunicado el fallecimiento o la gravedad de las lesiones que sufrieron los distintos reclusos”.
“No es informar sino entrometerse en la intimidad de las personas, hurgar en sus sentimientos de dolor, con el único afán de transmitir sensacionalismo. Es mostrar las llagas físicas como también las psíquicas de las personas con el único afán de producir un impacto en la teleaudiencia. Y no sólo las imágenes exhiben sensacionalismo y truculencia, sino que los periodistas que intentaban entrevistar a los familiares de las víctimas tampoco intentaban buscar una información, puesto que ésta ya se conocía. Lo que intentaban era que los familiares de las de las víctimas describieran ‘el ambiente’ que existía al interior del recinto penal”.
El fallo fue recibido con satisfacción por el presidente del CNTV, Herman Chadwick, quien dijo que el monto de la multa es el máximo que permite la ley y que las sanciones serán más altas una vez que se apruebe la ley de TV digital, informó Radio Universidad de Chile.
Aun así, dijo Chadwick, los canales se ven afectados por la repercusión que tienen los castigos: “Siempre las sanciones duelen y la publicidad que se da a las sanciones duele más. Es muy importante la publicidad, porque se conoce que los canales de TV, en este caso cuatro canales importantes, infringieron la normativa legal. Como Consejo quedamos muy tranquilos en cuanto a que aplicamos debidamente la ley. La experiencia que tenemos en el Consejo, con los canales de TV abierta al menos, es que los directores, directorios y propietarios de los canales se han impuesto una autofiscalización”, dijo.
La directora del Observatorio de Medios Fucatel, Manuela Gumucio, coincidió en que las sanciones pueden generar un cambio en el tratamiento periodístico de casos como el de la cárcel de San Miguel.
Sin embargo, Gumucio señaló que las multas deberían ser adecuadas a los millonarios ingresos que tienen las emisoras de televisión. “Obvio, las multas deben ser adecuadas a la persona a la cual se le aplica. Siempre ha sido así en la justicia. En este caso, estamos hablando de una institución con cifras públicas de beneficio enormes. Por lo tanto, podría ser mucho mayor la multa”, afirmó.
José Quezada, padre de Antonio Quezada, uno de las 81 fallecidos en el incendio, dijo que la multa de 15.000 dólares es “burda” y que sería mejor que los canales pidieran disculpas públicas por la cobertura que dieron a la tragedia.
En Uruguay también está en proceso una demanda civil contra los tres canales privados por al cobertura realizada de la muerte de una bebé de 10 meses en 2010. La denuncia fue presentada por la familia de la niña ya que el padre fue acusado por los medios de haberla violado y matado cuando en realidad se comprobó que falleció por una infección pulmonar.