El móvil principal de AVUS es terminar con el desfasaje que existe entre la oferta y la demanda de sangre (que provoca que se posterguen cirujías y tratamientos importantes) y satisfacer la demanda nacional anual de sangre y hemocomponentes. Para esto se apoyará no sólo en las campañas constantes de difusión sino también en proyectos determinados, como el de poner en funcionamiento un banco de sangre móvil para llegar a “todos los rincones del país” y para que las dificultades de traslado o la ausencia de bancos de sangre no impidan que las personas que quieran donar puedan hacerlo. “Éste es nuestro gran desafío para este año”, afirmó Sartori a 180.
La campaña de este año consistirá básicamente en acciones urbanas y con la comunidad, y tratará de difundir el trabajo iniciado el año pasado con la campaña “Un donante salva cuatro vidas”, del SNS, que logró un aumento récord del 98% en las donaciones respecto al mismo período del año anterior. “El tema es que las campañas tienen que ser sostenidas en el tiempo porque lógicamente después decae el número de donantes. Tenemos que llegar a los 120.000 y estamos en 85.000, por lo que nos queda un largo camino por recorrer, pero creo que las campañas nos van a ayudar a que este tema deje de ser ignorado”, comentó Sartori.
“AVUS es la primera y única asociación de donación voluntaria, solidaria, altruista y regular de sangre”, explicó su presidente Gustavo Amado durante el lanzamiento. Es una institución privada sin fines de lucro que está en plena etapa de consolidación y que se creó a mediados del año 2011, a partir de la propuesta de la Federación Internacional de Organizaciones de Donantes de Sangre (FIODS) y de la Asociación de Voluntarios Italianos de Sangre de integrar a Uruguay a un proyecto latinoamericano de cooperación.
AVUS también se instaló en algunos departamentos del interior, y pretende estar presente en todos en un futuro. Además, se propuso funcionar como “hilo conductor” de las organizaciones (como clubes de donantes) que fomentan y cooperan con la donación y el acceso a la sangre, ante la ausencia de un programa nacional de sangre que coordine esos esfuerzos y de un plan central de formación y promoción de la donación.
La asociación remarca la importancia de que la donación sea voluntaria, y no por exigencia, presión o dinero, dado que estas últimas formas implican mayores riesgos de transmisión de enfermedades por esta vía. “Es de vital importancia erradicar la donación de sangre exigida, ya que el donante en estos casos puede mentir u ocultar información, lo cual es altamente peligroso”, agregó el presidente de la asociación.
AVUS cuenta con el apoyo de Ancap y Antel, sobre todo en lo que refiere al proyecto del banco de sangre móvil, aunque todavía no está definido cuándo podría concretarse. Gustavo Amado señaló durante el lanzamiento la importancia del apoyo externo, dado que la asociación no tiene fondos propios. “Nos resulta imprescindible la colaboración externa, ya sea a través de subsidios gubernamentales, organizaciones extranjeras que nos incluyan en sus programas de cooperación, o empresas que nos incorporen a sus programas de responsabilidad social”, afirmó, y recordó que la asociación se dirige al total de la población y no a grupos determinados dentro de ésta.
Quienes deseen donar sangre deben concurrir al banco de sangre de la institución médica a la que estén afiliados, o al banco de sangre del SNS (8 de Octubre 2720, casi Garibaldi), que está abierto de lunes a viernes de 8 a 12 y de 14 a 18.
El banco de sangre del SNS ofrece seguros de sangre para “grupos solidarios” (personas empleadas de una misma empresa, o adheridas a un mismo club o asociación religiosa, por ejemplo) que donen sangre. Esto es: 13 unidades de sangre para el donante y su familia durante un año, cada vez que concurran a donar. A su vez, las personas que donen cuatro veces en un período de dos años, también serán beneficiarias de ese seguro de sangre.
Puede donar cualquier persona mayor de 18 años, que pese más de 55 kilos y que no esté sufriendo infecciones al momento de la donación.
Los donantes deben concurrir con cuatro horas de ayuno como mínimo, y 12 como máximo, y se recomienda tomar una gran cantidad de bebidas azucaradas antes de la donación.
