La marcha saldrá a las 15:00 de la Plaza Cagancha y llegará a la Plaza Primero de Mayo, frente al Palacio Legislativo, donde se realizará un toque con varias bandas.
Martín Collazo, de Prolegal, una de las organizaciones que apoya la marcha, conversó con No toquen nada (Océano FM) y comentó que esperan que se repita el buen nivel de concurrencia de las movilizaciones anteriores en defensa de la legalización del autocultivo de cannabis.
“Creemos que con esta nueva propuesta de hacer una marcha a través de Avenida Libertador terminando en el Palacio y luego haciendo un toque vamos a lograr una mejor convocatoria y que va a ser más impactante. Estamos convencidos de que a nivel de opinión pública se ha avanzado muchísimo en los últimos 10 años. Hemos logrado que un gran número de gente tire por tierra una cantidad de prejuicios”, dijo Collazo.
Desde la organización estiman que en los toques anteriores los picos máximos de concurrencia rondaron las 5000 personas.
Este año el objetivo de legalizar el autocultivo de cannabis que persigue la convocatoria aparece más cerca que en escenarios anteriores, por la existencia de un proyecto de ley redactado y puesto a consideración del Parlamento después de ser consensuado entre legisladores de tres partidos políticos: Sebastián Sabini y Nicolás Núñez del Frente Amplio, Fernando Amado del Partido Colorado y Daniel Radío del Partido Independiente.
“Creemos que luego de esta movilización el tema va a revivir y vamos a ver avances”, sostuvo Collazo.
El proyecto no solo legaliza el autocultivo sino que autoriza la creación de “clubes” de cannabis, que son asociaciones civiles que realizan cultivos de la planta para proveer a aquellas personas que no pueden o no quieren cultivarla en su casa.
Los ejemplos más desarrollados de clubes canábicos en funcionamiento están en las comunidades autónomas de País Vasco y Cataluña, en España. Fueron implementados sin cambios de legislación, aprovechando los espacios que dejaba la normativa existente. Hoy son plenamente aceptados, regulados y fiscalizados por las autoridades. Incluso fue noticia mundial el caso de la comunidad Rasquera, en Cataluña.