Según los guardacostas, a mediodía, el navío se encontraba a 58 millas náuticas (107 kilómetros) de la isla Desroches.
Inicialmente, el navío debía detenerse en esta pequeña porción de tierra del suroeste del archipiélago de las Seychelles, a unos 240 km de Mahé.
Sin embargo, la compañía propietaria Costa Crociere, decidió el martes que fuera remolcado directamente hacia Mahé, por razones de seguridad y de capacidad de albergues que son insuficientes en Desroches.
El barco "llega lentamente pero llega", afirmó un portavoz de los guardacostas de Seychelles, que, como sus homólogos italianos, esperan ver al paquebote en el puerto de Victoria, capital del archipiélago, antes de las 9 horas locales (5H00 GMT) del jueves.
El crucero de 188 metros de eslora, con 636 pasajeros a bordo -esencialmente italianos, franceses y austriacos- y 413 tripulantes, se dirigía el lunes hacia las Seychelles cuando se declaró un incendio al bordo.
Le "Costa Allegra", que debía ir a Oman y luego a Egipto, comenzó a ser remolcado el martes por el atunero francés Trevignon.
En la tarde, el convoy hizo contacto con dos remolcadores que habían zarpado de las Seychelles.
Cuatro niños de menos de tres años y ocho de edades de tres a 18 años se encuentran a bordo. Este miércoles en la mañana, los guardacostas indicaron que los pasajeros seguían reunidos en la cubierta.
Según Costa Crociere, un helicóptero efectúa "contactos continuos" con el barco para abastecerlo de alimentos, linternas eléctricas y otros productos de primera necesidad.
El incendio dejó fuera de servicios el sistema eléctrico del navío y los generadores también están averiados.
Según el armador, no sólo las hélices del crucero están detenidas, sino también la climatización y las cocinas.
Un navío de los guardacostas de Seychelles debía llevarle un generador eléctrico de repuesto para hacer funcionar los servicios básicos.
Dado que las comunicaciones por satélite estaban limitadas a lo esencial, este miércoles era aún difícil obtener detalles sobre las condiciones de vida a bordo.
El martes, familiares de los pasajeros o de los tripulantes habían indicado a la agencia italiana ANSA haber sido contactados por Costa pero no haber podido entrar en contacto directo con sus parientes.
"Costa nos llamó ayer para explicarnos que todo estaba controlado. El principal problema es el calor porque el aire acondicionado no funcionaba", había relatado Liviana Chiappi, cuyo esposo forma parte de los técnicos de la tripulación.
"Los pasajeros no pueden mantenerse al interior, salvo en algunas secciones pero por cierto no en las cabinas. Pienso que deben pasar la noche en el exterior, con una simple frazada", había agregado.
El incidente se produce en el peor momentos para Costa Crociere, filial del gigantes estadounidense Carnival: las querellas vinculadas con el naufragio de otro de sus navíos, el Concordia, llegan de todas partes.
Este naufragio, el 13 de noviembre cerca de la isla italiana de Giglio, provocó la muerte de 32 personas.
AFP