Rodríguez dijo que los aumentos de la carne suelen ser del entorno del 5% y que los carniceros son tomadores de precios por lo que no pueden prever cuál será el comportamiento futuro del mercado. Agregó que esta es una época difícil para saber cómo evoluciona la venta porque una parte de la compra se trasladó a la zona balnearia.
De todas formas el aumento de la carne es un hecho que se puede constatar en el corto plazo y en períodos más largos. Si se observan los datos de evolución del previo de la media res en gancho de carnicería, que están disponibles en la web del INAC, se puede observar que en los últimos dos años el aumento en pesos ronda el 40%. En ese mismo tiempo la inflación general rondó los 15 puntos. Si se toma en cuenta que en esos dos años se sufrieron los efectos de una sequía y Uruguay llegó a ser el país que más cara vende su carne al mundo el salto no parece alarmante. En cambio si se miran los últimos 10 años se ve que mientras los precios en general de la economía medidos en pesos se multiplicaron por 2 el precio de la carne se multiplicó por cinco.
Rodríguez dijo a No toquen nada de Océano FM que el aumento “no es grave” y que “responde a la escalada de precios del ganado, que viene subiendo desde enero. No es noticia porque la gente no le da importancia pero si sube sube el ganado sube la carne”. Indicó que previo a esta suba el ganado había bajado y los frigoríficos no habían bajado. “Por eso se sostuvo todo este tiempo sin subir”, dijo. “Esperemos que si viene el segundo sea lejos o capaz que en un mes tenemos una bajada de precio pero no se puede predecir”, señaló.
“Cuando hay un aumento todos los toman con bronca y dicen 'subió la carne'. Cuando ven la realidad se preguntan '¿cuánto subió?'. Los primeros días no la compran de rebelde pero después ven que sigue siendo el producto más fiel para la cocina. Los cuatro pesos estos representan 134 pesos por año, no es ni un peso por día”, comentó.
Hoy la situación es muy distinta a la de hace 12 años cuando la aftosa golpeó por última vez a la ganadería uruguaya. Durante 2011 la carne bovina uruguaya se vendió y exportó a un precio promedio de entre 3.600 y 4.200 dólares por tonelada, alcanzando el primer lugar en el ranking mundial de precios de la carne. En 2002 el precio promedio apenas superaba los 1.000 dólares.
Según Rodríguez, el mercado local no tiene muchas formas de incidir en lo que está sucediendo en el mercado del ganado y los frigoríficos que venden al exterior. una posible respuesta podría ser mejorar la penetración de las carnes alternativas como el cordero, el cerdo y el pollo.
“Hay que ver si conseguimos que la gente coma otras carnes alternativas”, dijo el presidente de la Unión de Vendedores de Carne y agregó que “el desabastecimiento, la falta de criterio para abastecer y la estabilidad en sus valores”, son problemas que hay que superar para que esto suceda.
“La carne la exportamos a buen valor y eso hace que suba acá. El poder adquisitivo nuestro no es el del resto del mundo y la balanza se ve inclinado desde el lado negativo”, indicó.