El humor que está funcionando estos días es el que tiene cuotas más o menos grandes de maldad, cinismo, acidez o incorrección política. Ejemplos hay por todas partes: Family Guy es uno claro, y como ese hay miles que no necesariamente tienen la bandera de la malicia, pero parte de su configuración humorística se basa en los personajes tontos y burlables, como pasa con The Office o, sin ir más lejos, con Bailando por Soñar (el programa del futuro, no hay dudas) o con el Tano Pasman.
Sin juzgar negativamente lo anterior, llama la atención cuando el humor inocente o cargado de ternura llega a atraer igual cantidad de adeptos que el “malvado”, e incluso los comparte. Este es el caso del consagrado dibujante argentino Liniers, y también del emergente Levedad, de Uruguay, dos artistas que logran romper con el malacostumbramiento uruguayo de pensar que las historias dibujadas son para los niños, los nerds o los idiotas. No solo eso, sino que además atraen al público femenino, fenómeno que solo se repite en casos excepcionales como los de Maitena o Quino.
Ricardo Liniers Siri tiene 38 años y hace diez que publica diariamente en La Nación. Su tira “Macanudo” tiene personajes delirantes y comunes, unos de carne y hueso, otros imaginarios, duendes, niñas, gatos y pingüinos que reflexionan sobre la vida, saludan al sol, intentan volar, se compran cosas. A veces también hay invitados y Liniers cuenta cosas que les podrían haber pasado; entonces se ve a Picasso firmando la pierna de su hija bebé o intentando entender a Andy Warhol, que no deja de decir “latas de sopa, ¿entendés?”, o al señor Pac Man enojado con su esposa, tratando de irse de su casa y sin éxito porque el circuito del juego es cerrado.
Otras veces él mismo aparece en las historias contando anécdotas. Su alter ego es un conejo de lentes al que le gusta que llueva, se cansa de dibujar, pierde la inspiración y la encuentra, pasea con su esposa y, últimamente, interactúa con sus dos hijas. Como a Liniers le ha ido muy bien en estos años y sus libros (recopilaciones de las hisotrietas) se han publicado hasta en checo, parte de sus tiras son anécdotas de los viajes, personajes que conoció o impresiones sobre la nieve. La realidad es que el dibujante logra con anécdotas personales, la mayoría de las veces de tres viñetas y sin remate, enganchar a cualquier lector medianamente sensible. El porqué es difícil de definir, pero va por el lado de que lo simple y tierno, si está bien hecho, también funciona.
La música ocupa un lugar muy importante en su producción artística. Ha dibujado tapas para los discos de Kevin Johansen, Andrés Calamaro y Lisandro Aristimuño. A veces se va de gira con Johansen y, mientras este canta, Liniers Pinta a gran escala. Otras veces, Johansen dibuja y Liniers canta como invitado. A fines de 2011, con la editorial propia que armó con su esposa Angie (Editorial Común) sacó el libro “Cosas que te pasan si estás vivo”, en el que reúne todas las aventuras del conejo en los últimos años. “Son cinco años de cosas poco importantes que me pasaron, es una linda versión de mí mismo. Es medio injusto, porque no dibujé las partes en donde soy un idiota”, avisó en la presentación de su libro a fines de enero en Punta del Este.
En 2011 también incursionó en el mundo del talk show. “Momento con Liniers” son entrevistas que rondan los diez minutos y solo se pueden ver por internet. En varios puntos se parece al programa “Between two ferns”, de Zach Galifianakis: con una escenografía un tanto pobre e improvisada (en el caso de Liniers un poco más elaborada y toda pinturrajeada), los invitados la mayoría de las veces se ven maltratados por un entrevistador –ya nada naif– que no parece estar del todo contento con ellos. A Ezequiel Campa le dijo que el stand up no es un trabajo real; a Pablo Dacal le pidió constantemente que tocara una de Lisandro Aristimuño y a Narda Lepes le cocinó una empanada “crocante” (con palichips). Como cualquier programa con este formato, después de ver varios seguidos, puede cansar, pero no quedan dudas de que los talentos de Liniers no se limitan al dibujo. Se recomienda ver el que tiene a Malena Pichot como invitada, donde ambos muestran su campaña de bien público.
En Punta del Este se presentaron “Cosas que te pasan si estás vivo” y “Grántico, Pálmani, Zum”. Este último es el primer libro de Levedad (nombre artístico de Rodrigo Camy Betarte), diseñador gráfico uruguayo de 28 años, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Sus estilos son fácilmente comparables, pero Levedad no se agota en Liniers, ni mucho menos. “Yo me considero una persona amable, entonces me sale hacer cosas amables” dijo el diseñador en su presentación, lo que motivó la declaración de amor del dibujante de “Macanudo”, que definió esa frase como “la más uruguaya que escuché”.
Como la mayoría de los que fueron niños en los noventa recordarán, “grántico, pálmani, zum” era la versión de “prontos, listos, ya” de Nubeluz, el programa infantil peruano que pasaba Canal 4 los sábados de mañana, hasta que una de las conductoras se pegó un tiro en el paladar. Al unir ese título con el pseudónimo del autor (“Levedad”, en honor a “La insoportable levedad del ser”, de Kundera), el resultado es algo así como las cosas más “comunes” de la vida vistas desde una óptica nada común. No es un libro existencialista, tampoco está impregnado de histeria nubeluziana; tiene un poco de muchas cosas.
Cada página es una ilustración, generalmente con alguna frase o juego de palabras que la complementa. Por ejemplo, una de las páginas tiene dibujados un vaso y un táper, y el texto dice “De los creadores de los vasos de requesón, llegaron los… ¡tápers de Crufi! *Pauta publicitaria exclusiva para la República Oriental del Uruguay”. Las referencias musicales son constantes: Radiohead, Charly García, Flaming Lips, The Clash (una bolsa de Azucarlito se toca el mentón y piensa “Sugar stay or sugar go?”). Los chistes de diseñador gráfico tampoco faltan: una página celeste con el nombre “Lucy” flotando arriba y, en el piso, la frase “Lucy in the sky with Gramond”. Él también ha ilustrado tapas de discos o afiches de recitales para bandas como Vincent Vega, The Blueberries, Franny Glass o Sinatras.
Levedad mezcla el collage con el dibujo a lápiz, a crayola o con ilustraciones digitales y tipografías varias. Según él, las ilustraciones tienen apariencia infantil por una “simple limitación” suya. El libro reúne los trabajos que hizo en los últimos cinco años, muchos de los cuales –y otros nuevos– pueden verse en Levedad.com.uy, sitio recién estrenado, ya que en estos años el autor fue armándose una comunidad de seguidores que disfrutaban de sus trabajos desde el blog leveautobombo.blogspot.com. El libro trae pegotines, un monstruito para recortar y armar, un marcador y algún dibujo que tiene la indicación de ser pintado por el lector. “Grántico, Pálmani, Zum” pertenece a la primera camada de Criatura Editora, esta nueva editorial que nació de la librería La Lupa y contribuye a que libros como el de Levedad no solamente salgan al mercado, sino que además lo hagan con una calidad impecable y un precio razonable ($370). Se consigue en cualquier librería de Montevideo. “Cosas que te pasan si estás vivo” puede encontrarse casi exclusivamente en La Lupa, por el momento.
En fin, para todo aquel que cada tanto necesite escaparse del humor negro, pero no quiera caer en los Cariñositos, estos autores están a las órdenes.
Levedad: www.levedad.com.uy
Por Liniers: www.porliniers.com
Momento con Liniers: www.llorodefelicidad.com