Diego Muñoz

Un regalo para los nietos de Casal

Ocho clubes chicos y Peñarol hicieron punta para que Tenfield prolongue el contrato hasta el 2021. El Ejecutivo está en contra de extender un vínculo al que todavía le quedan cuatro años por delante pero no tendrá otra opción.

Actualizado: 01 de febrero de 2012 —  Por: Diego Muñoz

“Si tengo hambre y hay arroz, como arroz. No puedo soñar con pollo” dijo el secretario y delegado de Fénix, Álvaro Chijane en el diario El País.

Ese fue el principal argumento para que Fénix, Rentistas, El Tanque Sisley, Cerrito, Racing, River, Cerro Largo, Rampla, Cerro, Peñarol y la Segunda División se reunieran fuera de la Asociación Uruguaya de Fútbol con Francisco Casal, escucharan entre picada y whisky al empresario y luego le exigieran al Ejecutivo presidido por Sebastián Bauzá prorrogar el contrato.

No llama la atención que casi todos los clubes que impulsaron la propuesta de Tenfield sean los más desfinanciados y peor administrados. Casal, vaya novedad, sabe qué teclas tocar para sentir música en sus oídos. Ahogados económicamente y desesperados por una moneda se tiran de cabeza ante la nueva oferta. Saben que no van a dejar de ser mendigos y se resignan a ese futuro. Seguirán vegetando dentro del fútbol y levantando la mano cuando se lo pidan. “Es el lugar que te tocó jugar y que te va a tocar durante mucho tiempo”, reconoce para esta columna el delegado de uno de los clubes que pidió la extensión.

“La inmediatez te lleva a mal vender o a vender apurado. Probablemente no sea un buen negocio, pero la necesidad te lleva a eso”, agrega. Esa necesidad de los que peor se administran hace que los otros, los que sí tienen ingenio o recursos para aspirar a más, queden atados por cinco años más.

A partir de la extensión los clubes recibirán algo menos de 30.000 dólares al mes, actualmente cobran unos 8.000, y quienes lo deseen también podrán retirar de las oficinas de Tenfield un adelanto de 100.000 dólares que deberán devolver en cuatro cuotas. Las ocho instituciones chicas que pidieron la prolongación del contrato aceptarán esa plata.

Peñarol y Nacional mientras tanto recibirán 110.000 dólares mensuales.

Lo que la empresa presentó a la AUF y será aprobado con el voto de la mayoría de los clubes, es una extensión del vínculo por cinco años más a cambio de 1.441.815.200 pesos uruguayos, que se ajustarán anualmente por la variación del IPC. Así se lo confirmó a 180 un miembro del Ejecutivo. Al dólar de hoy representa 72 millones de dólares. El contrato será en pesos uruguayos y no está incluida la selección.

Un regalo para una empresa a la que le entró en el último año solo por la televisación del fútbol, sin contar la publicidad, unos 27 millones de dólares brutos.

Tenfield se beneficia con la necesidad de los clubes y hace su negocio. Nada que una empresa con fines de lucro no trate de hacer. En este caso solo juega su papel. Se encuentra con terreno fértil y lo aprovecha, sin siquiera tener que esgrimir su política más baja de presiones o amenazas, a la hora de negociar. Los grandes responsables son los directivos que apoyan la iniciativa sin importarles hipotecar a la propia institución que representan.

Los cuadros chicos que impulsan la extensión se quejan de que otros, como Liverpool y Wanderers, se niegan a votarla porque tienen gente que pone dinero. “Es fácil pararse en un lugar principista cuando hay alguien que pone mucha plata todos los meses para que el club funcione”, dice el delegado consultado y que apoya la extensión.

Pero los clubes que llevaron la propuesta de Tenfield a la AUF ni siquiera tuvieron la astucia de esperar un mecenas que arreglara sus problemas económicos. Si no es inexplicable como no esperaron que saliera el proyecto presentado por el gobierno para fomentar el apoyo de empresas privadas hacia el deporte, a través de la aplicación de beneficios fiscales para los "mecenas deportivos" y "patrocinadores" que quieran colaborar con asociaciones o federaciones deportivas.

Tampoco se les ocurrió que si no se atan por cinco años más a un contrato leonino, tendrían libertad para negociar cosas básicas como la publicidad estática en sus canchas, algo que tienen prohibido en la actualidad.

En 2015 llegará a Uruguay la televisión satelital terrestre y Tenfield puede ser una de las adjudicatarias. ¿Ustedes creen que habrá alguna cláusula que les permita ver a los clubes una mínima porción de los millones de dólares de ese negocio? Ni se lo plantean porque lo único que les importa es tener la plata para empezar. “Hay instituciones que no saben de aquí a dos o tres años qué será de ellas así que ese asunto se relativiza”, comenta el dirigente.

El presupuesto mínimo en un club de Primera es de 45.000 dólares. Con esa plata el equipo queda, salvo un milagro, condenado al descenso pero subsiste. En ese monto están incluidos los sueldos y los gastos de funcionamiento. A eso hay que sumarle unos 10.000 dólares más de las inferiores.

Si bien la brecha se achica con el nuevo contrato, el dinero no cubre los gastos. Pero lo más difícil de entender es cómo ni siquiera reparan que de aquí a 10 años seguirán cobrando lo mismo y sus gastos aumentarán considerablemente. O reparan. Lo que es más grave.

A la empresa le da vueltas en la cabeza promover un torneo similar a la Copa del Rey en España. De esta manera tendrían más partidos para televisar y sus ingresos aumentarían. De hecho los periodistas que trabajan para Tenfield ya comenzaron a difundir en cámaras la idea de sus empleadores. Si se concreta, los clubes solo cobrarán más por jugar más.

"Apurado no se hacen los mejores negocios", admitió Bauzá a quien no le queda otra salida que aprobar lo que piden los clubes. Las autoridades intentaron hacer ver que ni la FIFA recomienda que se firmen contratos a largo plazo y muchos menos que se extiendan los ya existentes en estos tiempos de avances tecnológicos diarios pero las instituciones tampoco lo tuvieron en cuenta. Prefieren el pan duro para hoy a cambio de hambre para mañana.

Sobral manifestó a 180 en su momento que “uno de los principios” del Ejecutivo era no alargar el contrato de fútbol local con Tenfield. “Se lo dije en la cara a (Nelson) Gutiérrez ni bien ingresé al Ejecutivo”, dijo. Sin embargo la realidad es diferente.

Con el monto y el plazo votados se pasará a una negociación sobre los términos del contrato. Pero más temprano que tarde llegará la firma. Y se extenderá hasta el 2021. Y cuando Casal quiera se extenderá hasta que Casal quiera. En eso Juan José Ramos fue un visionario. Alguna vez dijo que hasta los tataranietos de Casal iban a ser los dueños de los derechos.



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