El homenaje fue organizado por la alcaldía de Providencia, una comuna en el oriente de Santiago cuyo regidor desde hace más de ocho años es el ex coronel del Ejército y guardaespaldas del ex dictador Augusto Pinochet, Cristián Labbé.
Labbé fue miembro de la temida policía política que operó en los primeros años de la dictadura (1973-1990) y a la cual también perteneció el ex brigadier del Ejército Miguel Krassnoff, considerado uno de los mayores represores chilenos, quien incluso estaría vinculado con el asesinato del cantautor Víctor Jara en 1973 tras ser torturado.
El acto, al que están invitadas unas 200 personas, se realizará en el marco del lanzamiento de la reedición del libro que reivindica su figura "Miguel Krassnoff, Prisionero por servir a Chile", de la historiadora Gisela Silva Encina.
También fue invitado el presidente Sebastián Piñera, y una asesora a través de una carta lo excusó de asistir pero felicitó a los organizadores por la iniciativa y les entregó "sus mejores deseos de éxito".
Tal respuesta generó una áspera polémica que llevó a la asesora a explicar que se había tratado de un "error" y posteriormente renunciar al cargo.
La ceremonia ha generado un fuerte repudio.
"Que Cristián Labbé haga este homenaje es parte de la impunidad que siempre hemos denunciado, porque Labbé no puede ser un alcalde, debería estar preso como ex agente de la DINA y como masivo violador de derechos humanos", dijo Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
"¿Qué se ha creído este genocida y violador de derechos humanos que se atreve a pensar en homenajear a quien se encuentra encarcelado en cárceles de lujo por crímenes de lesa humanidad y genocidio?", agregó.
Pizarro pidió además al presidente Piñera una pública condena del acto.
Coincidió con ella el senador opositor Fulvio Rossi, quien dijo que "la señal más importante la tiene que dar el presidente, que debiera ser el primero en hacer un llamado a que no se haga el acto y lo critique fuertemente".
"No basta una aclaración donde se le echa la culpa a una funcionaria de menor rango", sostuvo.
Más tarde, y a través de su cuenta de Twitter, Piñera rechazó el homenaje.
"Condeno, y siempre he condenado, las violaciones a los derechos humanos, en todo tiempo, lugar y circunstancia. En consecuencia, no comparto y rechazo cualquier manifestación de apoyo a condenados por los graves atropellos a los Derechos Humanos ocurridos en Chile", aseguró el mandatario.
El portavoz del gobierno, Andrés Chadwick, reiteró que "el Gobierno condena, no participa por ningún motivo en ningún tipo de homenajes o actos similares a personas que están cumpliendo condena en los tribunales de Justicia".
"Lo que sí, este es un gobierno que sabe respetar y tenemos que respetar la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución, y la forma de respetar realmente no es sólo cuando me gusta a mí, sino cuando no me gusta a mí", agregó Chadwick.
Krassnoff, preso en una cárcel militar, acumula 23 condenas que suman 144 años de cárcel por 23 casos de violaciones de los derechos humanos cometidas en la dictadura de Pinochet, que dejó un saldo de más de 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
Según archivos desclasificados de la Agencia de Inteligencia estadounidense (CIA) citados por el diario La Tercera, Krassnoff habría trabajado con quien es considerado el agente civil más cruel de la dictadura, Osvaldo Romo, fallecido en 2007 en prisión.
En tanto, el alcalde Labbé declaró en un comunicado su "asombro ante el revuelo que causa un hecho como éste, que no consiste sino en el ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión".
"Al margen de las sentencias judiciales, la historia debe ir construyéndose con miradas diversas. ¿Cuál es la idea?, ¿silenciar al que piensa diferente, acallarlo por la fuerza?", se preguntó el alcalde, reelegido por una abrumadora mayoría en las últimas elecciones municipales.