Este fallecimiento es el sexto en lo que va del año, la misma cantidad que se registró en todo 2010.
En 2006 fue el año donde se registraron más accidentes mortales, totalizando 15 víctimas. Luego de este pico, la cifra ha bajado aunque el actual auge en el sector de la construcción lleva a que los accidentes aumenten. Según Ivan Halfiger, encargado de prensa del Sunca, siempre se da una ecuación proporcional: a más empleados trabajando, más accidentes. En 2006 el año cerró con 28.000 trabajadores en caja y 16 víctimas fatales, “fue el peor año de la década”, dijo desde el Sindicato Único de la Construcción y Anexos.
“Para nosotros como sindicato un accidente fatal es demasiado”, afirmó a la vez que resaltó que además de las fatalidades, el objetivo es que disminuyan los accidentes graves que no tienen tanta difusión pero que repercuten en los trabajadores porque en la mayoría de los casos las consecuencias posteriores les impiden volver a su actividad habitual. Para esto, están redactando un proyecto de ley. El objetivo es que los accidentes fatales y los graves dejen de ser considerados faltas administrativas en el Ministerio de Trabajo y pasen a ser delitos pasibles de ir a la Justicia Penal. “En los últimos quince años hay solo dos casos de responsabilidad penal atribuída a dos empresarios, uno en Maldonado y otro en Montevideo. Este último fue el culpable del derrumbe en la esquina de Juncal (Ciudad Vieja) en el año 2006.
Con esta iniciativa, desde el Sunca quieren “ubicar la responsabilidad penal con los que sean responsables. La Justicia lauda que la responsabilidad la tuvo el trabajador porque tenía todos los elementos y no los utilizó, pero esa responsabilidad hoy nadie la determina. Nosotros tenemos registrado que hasta ahora hay una responsabilidad mayúscula de las empresas que están obligadas, no solamente a proporcionar todos los elementos sino también a organizar el trabajo de tal modo que no haya riesgo de vida. Y están obligadas a exigir que el trabajador que no quiera cumplir la normativa, lo haga igual”.
Hafliger señaló que puede suceder que un trabajador diga que no usa el cinto porque le molesta o le queda incómodo pero ahí es donde el capataz debe hacer que se cumpla la normativa de que se ponga el cinto “y que lo use aunque le quede incómodo. Más incómodo le va a quedar el cajón”.
Reglamentación
Las obras con más de cinco trabajadores están obligadas a tener un técnico prevencionista. Cuando hay más de cien trabajadores, es necesario que el técnico esté a diario en el lugar.
Este técnico siempre es el responsable de las medidas de prevención de accidentes y es quien observa y controla. Si faltan medidas de seguridad, las deja escritas en el cuaderno de obra para que la empresa se dé por enterada. Este trabajo lo hace en conjunto con el capataz y el obrero delegado de salud e higiene si hay.
Actualmente las dos obras más grandes de Montevideo son en la refinería de La Teja y el edificio Diamantis Plaza ubicado en el predio de la ex fábrica de Cristalerías del Uruguay. Cada una agrupa a más de mil trabajadores a diario.
Paro de actividades
Este lunes falleció un obrero mientras trabajaba en la construcción de un edificio en Punta del Este. El empleado de 51 años estaba colocando una baranda de aluminio cuando cayó desde el piso 12. Por este motivo, como es habitual ante la muerte de un trabajador, el Sunca parará este martes.