“Construir un vehículo en Uruguay está costando tres o cuatro veces más caro que lo que cuesta en cualquier parte del mundo”, dijo Effa al suplemento Comercio Exterior y Transporte de El Observador. “Tiene que ver con la cultura sindical, pues el sindicato simplemente para y todos los días inventan una cosa nueva”, agregó.
El empresario dijo que tendría 2.000 empleados en Uruguay pero no lo hace porque el sindicato no lo deja prescindir de quienes no trabajan. “Tendría 2.000 empleados en uruguay pero el sindicato me lo impide porque no deja sustituir a la gente que no trabaja”, le dijo Effa.
La continuidad de la planta, entonces, no solo depende de la apertura del mercado brasileño. “Yo necesito tener una empresa exitosa y para eso tengo que competir con los mejores del mundo. En Uruguay no lo puedo hacer porque los jugadores con los que cuento no opinan igual y no los puedo elegir”, afirmó. “Yo necesito seleccionar a la gente y entrenarla para producir y en Uruguay no lo consigo”, agregó.