"A pesar de los recientes episodios en Japón, Brasil mantiene su política de expansión del programa nuclear", declaró el funcionario en un acto celebrado en Rio de Janeiro, según la agencia estatal de información.
Brasil, que junto con Argentina son los únicos países en Sudamérica que disponen de plantas de energía nuclear civil, actualmente tiene en operaciones dos centrales: Angra I (con una producción de 657 MW), inaugurada en 1985, y Angra II (1.350 MW), en 2001.
"Estamos construyendo una tercera y tenemos proyectos de construir cuatro más. Tenemos todavía la posibilidad de construir otras en el territorio nacional", afirmó Lobao sin anticipar fechas.
Las autoridades tampoco han definido los sitios donde serán construidas las nuevas plantas. Greenpeace y otras organizaciones ecológicas se oponen a la expansión de la energía nuclear en Brasil, aduciendo los potenciales daños ambientales en caso de accidente.
El ministro Lobao insistió en que las centrales brasileñas cuentan con un sistema de seguridad diferente del de la japonesa Fukushima, y que su "eficiencia y confiabilidad" han sido confirmadas por estudios.
La central nuclear nipona fue seriamente afectada por un violento terremoto seguido de un tsunami en marzo. El accidente fue clasificado en nivel 7, el más elevado en la escala de acontecimientos nucleares y radiológicos.
Las autoridades brasileñas, por su parte, prevén concluir en 2015 la construcción de Angra III (1.400 MW), valorada en unos 5.800 millones de dólares, tras casi dos décadas de polémica que retrasaron el proyecto. Las obras se iniciaron en junio de 2010.
La energía nuclear representa actualmente sólo el 3% de las fuentes energéticas del gigante sudamericano.
(AFP)