El sábado pasado el equipo nacional de fútbol de Libia jugó un partido histórico. Los 17 jugadores de la selección desertaron del régimen de Gadafi en mayo y se presentaron en uno de los cuarteles rebeldes para ponerse a su disposición. Ahora, tras el derrocamiento del dictador, compitieron por primera vez bajo su nueva bandera: en vez de la todavía reglamentaria para la Fifa (verde, sin adornos), que representa al régimen, usaron una camiseta con la enseña rebelde (bandera tricolor), y le ganaron a Mozambique.
Los jugadores de la "selección rebelde" de fútbol se han convertido en héroes nacionales tras su reciente victoria en la fase de clasificación hacia la Copa de África de Naciones de 2012. Todo el mundo quiere hacerse fotos y pedir autógrafos a los jugadores, que desencadenaron una catarsis de orgullo nacional nunca antes vista en Libia.
También aprovechó la empresa alemana Adidas, que rápidamente confeccionó una camiseta que, sabían, iban a ser vistas en todo el mundo. El logro del patrocinio del equipo libio significó para esta marca ser un ícono de la Privavera Árabe, que tantas simpatías despierta en Occidente.
Cuenta el diario La Información, de España, que en la página Breaking Libya News, gestionada por un adolescente libio que mantiene varias cuentas de Facebook y Twitter proclives a los rebeldes, se subió el viernes una foto de la nueva equipación, que, aunque finalmente no fue la que usaron los jugadores, dio la vuelta al mundo y se publicó en los medios digitales de decenas de países en todo el mundo.
Los festejos tras el partido
Miles de aficionados esperaron el lunes por la noche a los jugadores en el pequeño aeropuerto de Bengasi (este) para felicitarlos por su victoria del sábado contra Mozambique por 1 a 0 en El Cairo.
Los aficionados entonaron el nuevo himno nacional e hicieron ondear la bandera de "Libia libre", que reemplaza la enseña verde de la era Gadafi.
"Gracias Rabi Al Lafi, has hecho llorar a Gadafi", "Llora, Al Taib, llora, nuestra revolución vencerá", gritaron, aludiendo al autor del gol del triunfo y al jugador Tarek Al Taib, considerado pro Gadafi y excluido de la selección.
El vicepresidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdel Hafiz Ghoga, acudió a saludar a los jugadores y confesó haber llorado cuando Al Lafi marcó el gol.
"Es la primera victoria de la era de la revolución del 17 de febrero. Si Dios lo quiere, será el inicio de una larga lista de victorias", afirmó a la AFP.