Miguel Ángel Dobrich

¿Cuánto es guita en el cine?

Cómo cifras similares pueden provocar escenarios tan disímiles.

Actualizado: 21 de junio de 2011 —  Por: Miguel Ángel Dobrich

Caso 1: Fox y los X-Men

X-Men: Primera Generación es la relectura y la adaptación de una de las franquicias más exitosas del universo Marvel. Previo a esta obra, las ficciones cinematográficas sobre los mutantes mimados de Stan Lee habían funcionado como negocio. Pero solamente dos de las cuatro adaptaciones habían alcanzado un buen estándar narrativo (X-Men 3 y X-Men orígenes: Wolverine dejaron mucho que desear) y monetario.

Las “precuelas” abren la posibilidad de re-explotar marcas y de refundarlas. La nueva de los X-Men no es un “borrón y cuenta nueva”; es un parche elegante o una barajada.

En su fin de semana de estreno X-Men: Primera Generación recaudó US$ 55 millones en los EE.UU. ¿Esto es mucho, poco o lo promedial? Es lo que casi recaudó Batman Inicia en su primer “weekend” (US$ 48 millones). Entonces, ¿está bien? ¿La cifra de un golazo? Es relativo. Hay que considerar una serie de detalles: cuánto costó la peli, cuál es su público objetivo, si abre un modelo de negocios o si pertenece a una franquicia y, por último, si se estrenó en 2D o en 3D.

La nueva aventura de Marvel opta por capturar la esencia de las viñetas de “los niños del átomo” y, en consecuencia, no es una adaptación rigurosa. Con seguridad, los militantes de los cómics precedidos por una X sufrirán, ya que se violan hechos y datos de la vida de los personajes. Pero eso no lesiona a la película. E, inteligentemente, como en reacción a X-Men 3 y Wolverine, Primera Generación no es una ficción que esté saturada de información innecesaria o de personajes sin sentido y, como virtud extra, la obra tiene la sabiduría de evitar las voces en off redundantes y el subrayado musical-tiembla peras.

Pero volviendo al dinero, US$ 55 millones es una gran apertura para X-Men: Primera Generación. La apuesta de Fox ha sido pequeña y cuidada: la nueva ficción de Marvel no fue promocionada como film de acción, no cuenta con los personajes más taquilleros del universo mutante ni con actores-imanta adolescentes –el mayor nombre del film es Kevin Bacon-. El largo es un prólogo o una intro que parece coquetear más con la ciencia ficción y la historia que con el irse a los bifes. Y funciona.

Internacionalmente, la película recaudó en el mismo período US$64 millones y, como se puede comprobar, en la actualidad Fox es el sello que mejor explota sus productos por fuera de los EE.UU.

Caso 2: Warner y Linterna Verde

En su fin de semana de estreno, Linterna Verde recaudó US$ 52.6 millones en la tierra de Obama y Bush. Green Lantern es la cuarta película del universo DC que más ha recaudado en ese período. A pesar de la pila de billetes obtenidos, y de la cercanía que tiene el film con lo recaudado por los X-Men, la cifra es considerada insuficiente. Los “expertos” temen una estrepitosa caída, como pasó con la excelente Watchmen.

Hasta ahora, la aventura de Hal Jordan ha sido golpeada en los medios y el boca a boca parece no funcionar. Pero por ahí no están los problemas del largometraje. Hay que considerar dos cosas: cuánto costó la peli y contra quiénes compite.

La recaudación de la ficción de DC y Warner está en jaque porque debe batallar con Cars 2 y la última de los Transformers. De todos modos, lo que ha hecho que la ficción arranque con un par de goles en contra, es su presupuesto: Linterna Verde costó aproximadamente US$200 millones y se han invertido unos US$150 millones en promocionarla. ¿Estamos ante una cifra demencial? No. Eso se invertiría en una secuela, no en una película que intenta abrir una franquicia.

Spider-Man 2 costó unos US$220 millones, pero esa decisión fue razonable: los US$130 millones de la primera entrega generaron US$400 millones en Estados Unidos.

“El fracaso de una película es más que el fracaso de una película”. La máxima, que parece una desproporcionada estupidez, no es tal. Poco importan los sueños rotos de un equipo creativo, aquí no hay moralejas: la frase está encadenada al efecto dominó que produce un largometraje cuando no recauda lo que se suponía que debía recaudar en su primer fin de semana de exhibición.

Una película que no funciona puede desestimular el desarrollo de films “similares”, de obras que comparten temática, género y audiencia potencial. En consecuencia, si se mantiene la tendencia, es casi improbable que haya una secuela Linterna Verde y muchas aventuras cinematográficas de otros personajes de DC están en riesgo.

Apoyen a los lectores de DC que tengan a mano y no se preocupen por los nenes de Warner: la van a levantar en pala con Harry Potter.



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