La entrada y salida de metales preciosos no está penada por la ley uruguaya, aunque sí es delito en Brasil y Argentina. Justamente en Brasil hubo 12 detenidos y confiscaciones de abundantes valores en metal, joyas y efectivo, pocas horas antes de que se desatara el operativo en Uruguay. La red también tendría conexiones en Argentina donde había vendedores y compradores clandestinos. En el centro de la investigación en Uruguay están algunas casas de cambio que participan en parte de las operaciones.
Lo que las autoridades uruguayas pudieron comprobar es que hubo movimientos durante varios meses y las cifras manejadas son astronómicas. Para tener una idea: en un lapso de tres meses, una de las casas de cambio involucradas importó nueve millones de dólares en plata y exportó 30 millones de dólares en oro. La exportación del oro es especialmente sospechosa ya que se trata de una cantidad de metal que Uruguay no produjo ni importó en cantidades suficientes como para sustentar la operación; aparecieron de la nada. Dentro de las casas de cambio investigadas se presume que una de ellas, en el lapso de un año y medio, habría movido dentro de este esquema más de 100 millones de dólares en oro y plata.
Una de las hipótesis de los investigadores es que la red estaba aprovechando el marco legal uruguayo para canalizar un flujo de plata hacia Brasil y Argentina y otro de oro desde esos países hacia Suiza, de donde proviene la plata. Las razones de fondo de estos movimientos no están claras. Uno de los supuestos es el de lavado de activos, pero para que eso se confirme tienen que aparecer pruebas de delitos como corrupción o narcotráfico en las puntas de la operación.
Una particularidad respecto a los detenidos uruguayos es que el ingreso o salida de metales preciosos es libre en Uruguay, pero el hecho de sacarlo o entrarlo oculto en vehículos constituye una acción clandestina. Lo curioso es que esto podría significar infracciones a normas del Banco Central y no delitos menores, por lo que muchos de los involucrados podrían no ser procesados penalmente por su actuación en esta red. De todas formas, el hecho de que se realicen clandestinamente actividades que no son esencialmente ilegales es lo que aumenta las sospechas de que los movimientos tienen trasfondo turbio.
Consultado por 180, Ricardo Gil, que dirige la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, dijo desde Young que en caso de estar funcionando los nuevos Juzgados especializados en crimen organizado (creados en la última Rendición de Cuentas) este caso, por sus características, hubiera recalado allí. La razón por la que está en manos del juez penal de Young Mario Suárez Suñol, el mismo que actuó en el caso de la locomotora de Desafío al Corazón, es que la denuncia que dio lugar a las primeras investigaciones se radicó en esa localidad.
Por este motivo, durante miércoles y jueves, hubo intensa actividad en esa localidad del interior del Río Negro donde, además de los indagados, se trasladaron varios técnicos y jerarcas para asesorar al juez en un caso cuya complejidad todavía está por develarse.