Los riesgos de una fusión nuclear

La radiación nuclear sin control es un “bombardeo” a las células de quienes estén expuestos a ella. Cuando sobrepasa determinados umbrales puede producir que las células pierdan los mecanismos de control de su crecimiento y eso derive en un cáncer. Esto es lo que se trata de evitar en Japón, según explicó en No toquen Nada el decano de la Faculta de Ciencias, Juan Cristina.

Actualizado: 16 de marzo de 2011 —  Por: Redacción 180

Los riesgos de una fusión nuclear

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Cristina dijo que existen tres tipos de radiaciones denominadas con letras griegas: alfa, beta y gama. La radiación alfa tiene un radio corto de acción y, en el otro extremo, la gama tiene un alcance mayor.

“Nuestras células hasta cierto punto tienen unos elementos naturales de defensa contra ese bombardeo atómico. Cuando esos niveles pasan ciertos umbrales que están calculados, las células ya no resisten y comienza a sufrir o morir. La evacuación se hace porque cuanto más alejada esté la persona de la fuente de radiación, menos problemas va a tener”, explicó Cristina.

Por esta razón es que en varias ciudades japonesas se monitorea con detectores el impacto que la radiación puede estar teniendo en la población. Si una persona está contaminada inmediatamente se inician las acciones para quitar la mayor cantidad de material contaminante posible.

Además, las autoridades niponas están distribuyendo pastillas de yodo. “Si se reparten pastillas de yodo implica que el riesgo de que haya una contaminación es importante. Las pastillas de yodo se dan para que no se absorba yodo radiactivo con el consiguiente riesgo posterior de tener cáncer de tiroides”, dijo el académico.

Naturalmente las células tienen mecanismos de defensa que intentan corregir el impacto radiactivo. Pero esos mecanismos fallan si los niveles de contaminación son altos. “Una de las cosas que pasan a posteriori es que los mecanismos de reparación del ADN quedan con cambios que luego pueden degenerar en que la célula pierda los mecanismos de control de su crecimiento, de su división. Eso da lugar a cáncer, en este caso de tiroides”, afirmó.

Aclarando que incurría en una simplificación para que todo el público entendiera, el experto uruguayo también explicó en Océano FM qué es una fusión nuclear, el mayor riesgo que se enfrenta estos días en Japón.

Las centrales nucleares se diferencian de las centrales térmicas en que en vez de quemar combustible para producir vapor que moviliza una turbina que genera electricidad, lo hacen con el calor que irradia un núcleo atómico en condiciones controladas. “Para mantener ese control, hay que enfriar el núcleo. Cuando fallan los sistemas de refrigeración, eso se calienta a unas temperaturas altísimas y se derrite el combustible nuclear que es el constituyente de ese reactor. Cuando llegamos a niveles de que los gases se acumulan y puede haber una explosión, en el supuesto caso que el contenedor del reactor no resista, eso va a lanzar a la atmósfera una cantidad de material radiactivo que es muy peligroso para la vida”, agregó.

Esto es lo que tratan de evitar, sin éxito aún, los operarios de la planta de Fukushima arrojando agua de mar en los reactores.