En un encuentro con la prensa convocado apresuradamente, el barón de cabellos engominados de 39 años, anunció su "retiro", después de estar bajo el fuego de crecientes críticas desde mediados de febrero.
Sus negativas, el reiterado apoyo de la canciller alemana y el plebiscito de la opinión pública (75% de los alemanes estaba en contra de su dimisión) no bastaron: en dos semanas, el caso de plagio, revelado el 16 de febrero por el diario Süddeutsche Zeitung, acabó con el ministro más popular del gobierno alemán.
Inmediatamente, se lanzó una verdadera "caza al plagio" en internet y los internautas fueron invitados a mirar con lupa su obra.
Se presentaron al menos dos querellas contra el "Barón copia-y-pega" y el "Barón von Googleberg", acusado de haber copiado en su tesis doctoral de derecho numerosos extractos de autores que nunca citó.
El 23 de febrero, la universidad de Bayreuth (sur) le retiró su título de doctor, obtenido en 2007, estimando que su tesis "no había dado lugar a un trabajo científico correcto".
Más de 50.000 universitarios que se consideraron estafados firmaron una carta de indignación para la canciller, que fue publicada el lunes. El propio director de la tesis en persona tomó distancias de su alumno.
La oposición y buena parte de la prensa atacó al "impostor", y las voces se multiplicaban incluso en el campo conservador CDU-CSU para denunciar una situación insostenible.
No obstante, el lunes, Angela Merkel le reiteró su confianza y alabó el trabajo de este ministro atípico, nombrado en la cartera de Economía en febrero de 2009 y luego en Defensa ocho meses después, y que daba carnaza para las revistas del corazón con su esposa de nombre von Bismarck.
Pero el margen de maniobra de Merkel se hacía cada vez más estrecho, después de una derrota electoral en febrero en Hamburgo (norte) y antes de otros seis comicios regionales previstos para este mismo año. El próximo, el 20 de marzo.
El noble apellido de los Gutemberg, asociado "a la Resistencia y a la Cultura", y que remonta a la Edad Media, estaba manchado según el politólogo Gero Neugebauer, y "la familia probablemente ejerció presiones para que cesara de enlodarla".
El barón primero negó el plagio, denunciando acusaciones infundadas y aceptando apenas eventuales errores "de inserción" y notas al margen. Luego, acosado en el Parlamento la semana pasada, finalmente reconoció "graves errores" y pidió que se le retirara su título de doctor.
El martes, Karl-Theodor zu Guttenberg dijo que desea que la justicia concluya "rápidamente" sus investigaciones sobre una violación de los derechos de autor, esto después de una eventual suspensión de su inmunidad parlamentaria.
"Para Angela Merkel, es una pérdida importante: le va a faltar un importante combatiente para la batalla electoral", estimó Neugebauer.
Guttenberg es "más que difícil de reemplazar", según dijo. Pues aún cuando los periodistas lo detestan, "era una estrella" que encarnaba a la perfección el ideal conservador e incluso aparecía bien situado para suceder a Angela Merkel en la cancillería, destacó el politólogo.