El personal que trabaja en el Banco de Citostáticos del Instituto Nacional del Cáncer (INCA) fue quien detectó que la temperatura de la heladera donde estaba la medicación no guardaba los niveles necesarios. Los medicamentos afectados son los denominados “biológicos”, que requieren una cadena de frío muy estricta. Esta medicina se utiliza para tratar el cáncer de colon y de mamas.
En total fueron unas 80 ampollas que vieron cortada la cadena de frío y esto generó que no resultara confiable suministrarlas para los pacientes. El instituto ya realizó gestiones para recomponer el stock y no afectar los tratamientos indicados hasta el momento. Varangot señaló que es importante que estos medicamentos lleguen a los pacientes y se esperaba reponer el stock este jueves por la tarde.
Las autoridades no manejan cifras respecto al costo que la pérdida generó, ya que el dinero de la compra proviene del Fondo Nacional de Recursos, que es quien tiene el contacto comercial con la industria farmacéutica. De todas maneras, Varangot dijo que “seguramente no llegue a la cifra que se manejó en los medios, donde se habló de unos 800 mil dólares”.
El responsable del INCA sostuvo que existe un control diario en más de un turno para el estado de los medicamentos. En relación con este hecho, señaló que el día anterior a la tarde, la temperatura de la heladera era la correcta y la falla se detectó a la mañana siguiente.
Está en curso una investigación administrativa para conocer si hubo responsables en esta pérdida, aunque Varangot aclaró que por el momento no había funcionarios separados de sus cargos.