Strauss-Kahn respondía así a un informe de la Oficina Independiente de Evaluación del FMI, titulado "Performance del FMI en el período que desembocó en la crisis financiera y económica: la vigilancia del FMI de 2004 a 2007".
"La incapacidad del Fondo para prevenir la posibilidad de una crisis sistémica de forma precoz, aguda y eficaz es un hecho que nos debería hacer más humildes (y) que la institución reconoce con sinceridad y al que está lista para responder", afirmó Strauss-Kahn.
El informe aborda principalmente el período anterior a su llegada a Washington en noviembre de 2007. El FMI estaba entonces dirigido por el español Rodrigo Rato.
"El FMI no anticipó la crisis, su ritmo ni su magnitud y, en consecuencia, no pudo advertir a sus miembros", reconoce el informe de su auditor. Agrega que el Fondo puso como ejemplo a seguir alguna de las prácticas más destructivas, desoyó las señales de alerta y tuvo una doble vara de medir. Mientras era muy duro con los países emergentes, se mostraba complaciente con los países ricos, en especial Estados Unidos, que acabó siendo el foco de la crisis, publica El País de Madrid.
Pero el documento de la Oficina de Evaluación recuerda además hasta qué punto entre el otoño de 2007 y la quiebra del banco de inversiones estadounidense Lehman Borthers en setiembre de 2008, el FMI seguía convencido de la capacidad del sector financiero para absorber sus pérdidas y la de la economía estadounidense y mundial para evitar una recesión.
Recuerda, por ejemplo, que en mayo de 2008 Strauss-Kahn afirmó desde Bruselas a propósito del sector financiero que "las peores noticias ya quedaron atrás".
"Los informes de evaluación del FMI no tratan de hacer un balance de los logros y los fracasos, sino básicamente de señalar lo que se hizo mal, lo cual introduce un sesgo negativo. Así ha sido con otros informes sobre la gestión de la crisis asiática o Argentina. Ningún otro organismo internacional ni las autoridades monetarias y supervisoras hacen ejercicios de autocrítica con una dureza comparable", agrega El País.