Uruguayos atrapados en Egipto

Atrapados en un hotel de El Cairo, los uruguayos María y Fernando esperan el primer avión para huir de un país al que viajaron para descubrir sus encantos y del que se irán con el recuerdo de una capital sitiada, con edificios en llamas, hoteles saqueados y enfrentamientos en las calles.

Actualizado: 30 de enero de 2011 —  Por: AFP

Uruguayos atrapados en Egipto

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Por Antonio Rodríguez

"Viajar desde Montevideo hasta Egipto y tener que volver sin siquiera ver las pirámides, es algo horrible", lamenta Marión en el vestíbulo de su hotel, donde conversa con Manuel Luque, Araceli y Omar, una familia española que todavía no sabe cómo podrá llegar al aeropuerto para tomar el lunes su avión de regreso.

Los uruguayos María y Fernando ni siquiera pudieron disfrutar de unos días de turismo. Aterrizaron el viernes, unas horas después de que las autoridades impusieran el toque de queda y mientras decenas de miles de personas desafiaban al régimen de Hosni Mubarak en las calles de El Cairo.

"La primera sorpresa que nos llevamos es que no se podía salir del aeropuerto por el toque de queda", recuerda Fernando. "Tampoco se podía cambiar dinero porque la informática no funcionaba. La telefonía también estaba fuera de servicio. Al rato, después de largas conversaciones, nuestro guía consiguió un taxi que nos trajo hasta este hotel".

Durante el trayecto, la policía impidió el paso de los uruguayos en dos oportunidades y el guía tuvo que "convencerlos" para que los dejase pasar. "Le vi pagarle a la policía dos veces más de cien dólares", explica el uruguayo, todavía sorprendido por "las coimas" que exige la policía con un descaro total.

"Para tranquilizarnos, el guía nos repitió sin cesar que la gente tenía odio contra Mubarak y que las manifestaciones no tenían nada que ver con los turistas", relata Marión, que se creyó a salvo hasta el sábado por la mañana cuando descubrió un panorama desolador.

A pesar del caos, el guía trató de llevarlos hasta el museo arqueológico, que se encuentra justo al lado del edificio del partido del presidente que fue incendiado la noche del viernes.

"Cuando empezamos a ver lo que ocurrió en el centro de la ciudad, nos queríamos morir. Había edificios todavía en llamas, autos de policía quemados en la calle, cristales rotos por todas partes. Quedamos despavoridos", cuenta.

Y lo peor fue cuando Marión vio el Hotel Europa quemado y saqueado. Ahí fue cuando se dio cuenta de que los turistas no estaban a salvo. "El guía nos dijo entonces que quemaron el hotel porque tenía una discoteca y un casino y que a los musulmanes no les gusta eso", cuenta Fernando.

En ese momento, decidieron abandonar el país. De todos modos, el guía les había avisado que el acceso a las pirámides acaba de ser prohibido por las autoridades.

En el vestíbulo del hotel, los uruguayos esperan tener pronto un avión que los lleve a Madrid. Se sienten abandonados. "La embajada uruguaya no atiende el teléfono. No es como los españoles que sí tienen ayuda de su consulado", se queja Fernando.

Si consiguen viajar pronto a Madrid, Marión y Fernando ya tienen un plan para tratar de aprovechar los pocos días de vacaciones que les quedan. "Trataremos de ir a Santiago de Compostela. Llevamos años con ganas de ir hasta allí para ver la catedral".