Gatti, maestra de profesión, fue una referente en la búsqueda de familiares de desaparecidos. Su única hija María Emilia, casada con Jorge Zaffaroni, fue perseguida por la dictadura por su militancia política en la Resistencia Obrera Estudiantil y debió refugiarse junto a su marido en Argentina.
En el 75 nació su nieta Mariana, que un año después fue secuestrada junto a sus padres por fuerzas militares uruguayas y argentinas. A partir de ese momento, María Ester, se enfrentó a la dictadura y realizó la denuncia de lo sucedido junto a otros que también estaban en su misma situación. Luego conforma el grupo de Familiares de uruguayos Detenidos Desaparecidos en Argentina.
Recién en 1992 ubicó por segunda vez a su nieta Mariana, donde se le restituyó su identidad y fueron procesados los apropiadores argentinos, que se habían fugado a Paraguay la primera vez. Sin embargo nunca pudo encontrar a su hija María Emilia.
Gatti, junto a Elisa Dellepiane de Michelini, Matilde Rodríguez de Gutiérrez Ruiz, presidió a partir de 1987 la Comisión Nacional pro-referéndum para anular la ley de caducidad a través del referéndum.
Sus actividades en pro de encontrar a familiares siguieron hasta los días recientes. El 27 de marzo de 2008, fue designada por la Junta Departamental de Montevideo, ciudadana ilustre y en 2009 fue una impulsora del voto rosado, con el fin de lograr la anulación de la ley de caducidad en octubre del 2009.
