José Bonilla comenzó su discurso repasando hechos de la historia mundial, entre ellos la Guerra Fría. “Las grandes potencias de un mundo bipolar pelearon sus conflictos en la periferia de sus áreas de influencia. Como país y como sociedad conocimos y padecimos las consecuencias y las heridas de aquel pasado afectan nuestro presente, alejando a las instituciones militares de la comunidad civil, a la que innegablemente pertenecen”, señaló.
El jefe de Estado Mayor de Defensa sostuvo que buscará “profundizar relaciones políticos-militares”. “Esto no es un final, es un futuro que llevará a la Fuerzas Armadas a ser un instrumento militar que apunta a un desarrollo signado por la eficiencia, el profesionalismo y el servicio a los objetivos políticos de todos los orientales”, expresó.
Bonilla pidió “trabajo” para suplir “la falta de materiales” y se dirigió a “su equipo”. “En mí encontrarán una persona abierta al diálogo. Tengo un único objetivo superior: agrupar bajo la sombra del pabellón nacional a todas los integrantes de las FFAA, herederas de un glorioso pasado y generadoras de un venturoso porvenir”, señaló.
Rosadilla dijo que la instrumentación del Estado Mayor de la Defensa puede constituir “el cambio más importante en la estructura orgánica de la Fuerzas Armadas desde el fin de la dictadura”. “Es un acto austero, muy medido. Hoy no se descubrió la rueda en Uruguay, pero se está dando un paso para poner al país de cara a desafíos nuevos, que se apoyan en viejísimas instituciones nacidas con la patria que quieren avanzar y modernizarse”, sostuvo.
Rosadilla se refirió varias veces a la “austeridad” de la ceremonia. “Si será austera que todavía ni tenemos despacho y andamos buscando un lugar para que tenga un teléfono y lleve adelante sus primeras decisiones”, dijo. “No nace en una casa grande ni rodeado de grandes eventos, pero nace rodeado de grandes esperanzas”, agregó.
El cargo de jefe del Estado Mayor de Defensa fue creado en la nueva Ley Marco de Defensa Nacional y tiene a su cargo la comunicación del Poder Ejecutivo con los mandos militares. Bonilla asumirá este rol y en su lugar estará el brigadier general Washington Martínez como nuevo comandante de la Fuerza Aérea.