Los datos surgen del informe presentado por DGI sobre la recaudación en agosto. La variación registrad en precios corrientes fue de 14,8%.
Por su parte, la recaudación total bruta medida a precios constantes tuvo un crecimiento algo mayor 8,8%. La diferencia entre la variación de la recaudación bruta y la recaudación neta tiene su fuente en la magnitud de la devolución de impuestos, que medida a precios constantes aumentó 17,3%.
En el informe se explica que la recaudación por impuestos a la renta también aumentó al cierre de agosto y “en una magnitud considerablemente superior a la de los impuestos al consumo”. El crecimiento fue de 13,3% a precios constantes y se observa en casi todos los impuestos a la renta (IRAE, IMEBA, IRPF, IASS). “La única excepción es la recaudación del Impuesto a la Renta de No Residentes (IRNR) que cae 3,3%”, dice el informe.
En el caso del IRAE, la mayor parte del crecimiento se explica por el aumento en la recaudación correspondiente a empresas públicas. Por su parte, la recaudación del IRPF y IASS mantienen tasas de crecimiento importantes: 10,2% y 19,2%, respectivamente. Las variaciones a precios constantes contabilizan en el acumulado a agosto.
Además, en el informe se explica que el IMEBA, impuesto que grava la enajenación de bienes agropecuarios y constituye un régimen simplificado de imposición a la renta, viene mostrando signos de recuperación desde fines del año pasado. En el acumulado a agosto el crecimiento real en la recaudación de este impuesto fue de 11,0%.
Por su parte, la recaudación por impuestos a la propiedad presentó una disminución de 8,6% a precios constantes en el acumulado al cierre del mes de agosto. Por un lado, la recaudación del Impuesto al Patrimonio muestra una caída importante (-12,5%) y la del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales un crecimiento sobresaliente (30,2%), con registros positivos en todos los meses del período informado, excepto en el último.