"Luego de diez años y faltando cinco para que venza el plazo fijado para nuestras metas, tenemos que hacer mejor" las cosas, dijo Obama al hablar este miércoles en la ONU en la cumbre sobre los objetivos del milenio.
Entre las metas establecidas por la ONU en 2000 figuran la reducción de la pobreza mundial a la mitad para 2015, así como disminuir la mortalidad infantil y materna, y garantizar el acceso universal a la enseñanza primaria.
"Si la comunidad internacional sigue haciendo las cosas como antes, no vamos a cumplir muchas de las metas de desarrollo", advirtió Obama.
El mandatario aseguró que "Estados Unidos está cambiando su forma de hacer las cosas". Explicó que eso implicaba "cambiar la forma en que definimos desarrollo" y "la forma en que vemos los objetivos del desarrollo".
"Para impulsar esa transformación, estamos poniendo un nuevo énfasis en la fuerza más poderosa de que dispone el mundo para erradicar la pobreza y crear oportunidades", dijo Obama. "Es la fuerza que elevó los estándares de vida desde Brasil a la India". "La fuerza de la que estoy hablando es el crecimiento económico con base amplia", precisó.
Desarrollando la línea esbozada la víspera por la canciller alemana Angela Merkel, Obama volvió sobre la idea de que la ayuda a los países pobres --que Estados Unidos seguirá dando, aclaró-- no es la panacea.
"Nuestro énfasis en la ayuda ha salvado vidas a corto plazo, pero no siempre ha mejorado a las sociedades en el largo plazo", explicó.
Por ejemplo, dijo que en lugar de suministrar directamente asistencia, mediante ese nuevo enfoque Estados Unidos "está ayudando a países como Guatemala, Ruanda y Bangladesh a desarrollar su agricultura".
Obama agregó que cada país es libre de elegir su camino. "Los días en que las políticas de desarrollo se diseñaban en capitales extranjeras se terminaron", aseguró.
Sin embargo, agregó, "décadas de experiencia nos han enseñado que hay ciertos ingredientes de los que dependen un desarrollo duradero y un crecimiento sustentable".
Precisó que la prosperidad pasa por el aliento a la producción, la inversión en infraestructura y la expansión del comercio, pero también por la gobernabilidad y las políticas democráticas y contra la corrupción.
Por otra parte, Obama dijo que Estados Unidos dará prioridad en sus relaciones "a los países que estén dispuestos a liderar" en materia de desarrollo.
Según el presidente norteamericano, "en nuestra economía global, los avances en los países más pobres pueden fortalecer prosperidad y la seguridad de otra gente mucho más allá de sus fronteras".
Obama dijo que la pobreza genera también inseguridad para los países ricos. "Cuando millones de padres no pueden dar sustento a sus familias, ello alimenta la frustración que estimula la inestabilidad y el extremismo violento".
La intervención del mandatario norteamericano ocurrió en el tercer y último día de la cumbre, que concluía el miércoles con una declaración final en la que los líderes del mundo consideran realizables los objetivos del milenio pero advierten que todavía queda mucho por hacer para alcanzar las metas para 2015.