Diego Muñoz

Cuestión de derechos

Los directivos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tienen una gran oportunidad de transparentar el fútbol uruguayo y consolidar un proceso de cambios para que el fútbol vuelva a ser creíble. Ojalá la aprovechen.

Actualizado: 17 de setiembre de 2010 —  Por: Diego Muñoz

A principios de octubre, la Asociación llamará a interesados en la difusión de los partidos de la selección uruguaya en las próximas Eliminatorias. Así lo anunció un integrante del Ejecutivo a 180. “Es voluntad de la AUF encontrar un socio operativo y estratégico para que nosotros participemos de los beneficios que se puedan obtener por los números que genere la selección”, explicó.

Los dirigentes parecen firmes en una decisión que se impone a todas luces. Demasiado tiempo estuvieron viendo pasar por el costado un negocio millonario. Para muestra alcanza con detenerse en lo que le pagó Antel a Tenfield por renovar el contrato para el patrocinio de la selección. Según informó Búsqueda el 8 de julio, la empresa estatal de telecomunicaciones abonó 1.700.000 dólares a la empresa de Casal, Gutiérrez y Francescoli. La AUF no recibió ni un centavo pues el contrato con Tenfield indicaba que la empresa dueña de los derechos del fútbol uruguayo desde 1999 se quedaba con todo el dinero por la publicidad que emitía durante los partidos y por la estática. “Los derechos de comercialización del 100% (cien por ciento) de la publicidad estática audiovisual o publicidad virtual”, según la redacción textual eran para la empresa.

El vínculo original se extendió en 2005 para abarcar las Eliminatorias de Sudáfrica. En un documento firmado a espaldas de los clubes por uno de los dueños de Tenfield, Nelson Gutiérrez, y quien era presidente de la AUF, Eugenio Figueredo, se acordaba que la empresa pagaba dos millones y medio de dólares por los derechos. Luego, ante la insistencia del presidente de Liverpool, José Luis Palma, y a la firmeza del Ejecutivo presidido por Jose Luis Corbo e integrado por Eduardo Ache y Juan José Ramos, el precio subió a seis millones y medio.

Ahora, con el contrato terminado, las autoridades del fútbol analizan los pasos a futuro. Necesitan ingresos para hacer frente a sus compromisos, entre ellos el contrato con Oscar Tabárez, y saben que los pueden conseguir con la selección. Por un lado planean que una empresa ponga los servicios y la AUF la marca Selección Uruguaya para luego repartir ganancias. Por el otro pretenden que la estática en los partidos pueda ser comercializada por la Asociación. De esa forma podría conseguir clientes a los que les ofrecería algo tentador. Con las reglas anteriores la AUF no estaba en condiciones de solicitarle dinero a una empresa de cualquier rubro porque en el panel de publicidades detrás de los jugadores de la selección y en la estática de los partidos no podía figurar.

La actuación en el Mundial afianza una idea que comenzó a gestarse hace tiempo. Luego de que el catedrático grado 5 en Derecho Civil Jorge Gamarra, presentó un estudio en el que aseguró que la AUF tiene libertad para explotar los derechos por sí mismo o hacerlo a través de un socio pero recibiendo la mayor parte de la torta, un grupo de personas entre las que estuvo el actual ministro de Economía, Fernando Lorenzo, realizó un informe al respecto. Allí sugirió una licitación pública internacional por los derechos de difusión, transmisión y publicidad de las Eliminatorias del Mundial del 2014 y estableció un pliego de condiciones que permite a la AUF asociarse al mejor oferente para la explotación comercial de esos derechos. Con esa estrategia y según el informe, Tenfield se quedaría sin privilegios a la hora de igualar la mejor oferta.

Este llamado no implica dejar afuera a la empresa Tenfield. Puede participar como una interesada más y si es la que más paga, se quedará con los derechos en buena ley. Sin embargo sus autoridades están enfurecidas porque consideran la decisión como un intento por sacarlos del medio. “Se lo tomaron a mal porque lo ven como una movida anti Tenfield y no es así. Parten del supuesto de que si no estás con ellos estás contra ellos”, dijo un dirigente de la AUF. Nada nuevo. La empresa de Casal, Gutiérrez y Francescoli siempre se movió así. Desde el comienzo y en todos los ámbitos. Suena utópico que algún día cambien.

Más irreal es que se quede de brazos cruzados y salga a jugar limpio. Ya comenzó a recomendarle a varios directivos con los que tiene llegada y a los que puede influenciar, que esta situación no la tolerará. Además, públicamente mandó a sus empleados mediáticos a desacreditar todo lo que no tenga la T marcada a fuego.

Habrá que ver cómo responden los directivos de los clubes y los miembros del Ejecutivo a las presiones que se intensificarán con el correr de los días. Por ahora se mantienen decididos a asociarse con el mejor postor, sea cuál sea su nombre y su dueño. Tienen claro además que en estos tiempos los plazos tienen que ser cortos. “Cuando Tenfield compró los derechos en 1998 se pasaba por tele y había 2.500 abonados, ahora hay 400.000 y se emite por internet y por los celulares. No se quiere vender a futuro cosas que cuando llega el final del contrato se multiplican por cinco o por 10 y que no se sabe qué medios de difusión habrá cuando ese vínculo se termine”, señaló a 180 un neutral.

Durante las últimas Eliminatorias, Uruguay fue el único país de Sudamérica que no emitió los partidos de su selección por TV abierta y cuando excepcionalmente se hizo, todos los canales debieron tomar los relatos y comentarios oficiales. Los derechos eran de Tenfield. En el Mundial se pudo elegir qué canal mirar y qué relator escuchar. Eso no fue poco para quienes todos los fines de semana desde hace 11 años no tienen otra que soportar los mismos chistes y los mismos sinónimos. Sería bueno que lo que sucedió durante la Copa del Mundo se mantenga. Cuando se terminó el contrato de Tenfield con el carnaval y no hubo acuerdo entre las partes, la directiva de Daecpu decidió no renovar y acordar con Televisión Nacional para emitir las etapas desde el Teatro de Verano. Nadie se murió. Por el contrario. El carnaval lo pudo ver todo el pueblo y los conjuntos cobraron más dinero por la TV de lo que cobraban antes. Es otro ejemplo a tener en cuenta.

Tras el reencuentro de la selección con el público y de la extensión del contrato de Tabárez, a pesar de que lo hicieron sin demasiado convencimiento, los directivos de la AUF tienen una oportunidad única para hacer del fútbol uruguayo un lugar más serio, limpio y cristalino. De ellos depende. La gente los estará mirando atentamente.



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