En el mes de julio, la tasa de desempleo se ubicó en 7% para el total del país. Esto significa un aumento de tres décimas, respecto al 6.7% del mes anterior.
Según el INE, en el séptimo mes del año se produjo tanto un aumento de la tasa de actividad como la tasa de empleo.
La situación es más favorable en Montevideo, donde el desempleo fue de 6.5%, siete décimas menor al mes anterior. En el interior del país, los desocupados del mes de julio fueron el 7.4% de la población económicamente activa: el salto fue de un punto pocentual y llegó a 1.2 en las localidades de más de 5.000 habitantes.
La coordindora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la UdelaR, economista Gabriela Mordecki, señaló a No Toquen Nada (Océano FM) que tras el proceso que siempre se mira -de la tasa de desempleo- se esconde otro proceso: el de la interacción entre la tasa de actividad y la tasa de empleo.
“La tasa de desempleo esconde una trayectoria de, por un lado, la tasa de actividad -la gente que está trabajando o que desea trabajar- y el empleo -la cantidad de gente que efectivamente consigue trabajo-”, explicó. “¿Qué es lo que sucedió en este último período? Que la tasa de actividad ha venido aumentando, el empleo aumentó, pero no aumentó tanto como la cantidad de gente que se volcó a buscar trabajo, por eso aumenta el desempleo”.
Según Mordecki, la tasa de actividad se encuentra en niveles “bastante altos” pero esconde una disparidad entre hombres y mujeres. “La tasa de actividad de los hombres está alrededor del 70%, mientras que en las mujeres está alrededor de cincuenta y algo. Los que estudian el mercado de trabajo afirman que la tasa, en los hombres, está prácticamente en su máximo”.
La economista comentó una novedad del informe de este mes del INE: se presentaron los intervalos de confianza de los datos del desempleo. Esto significa que se hizo explícito el margen de error de la encuesta. “El desempleo, que es la principal variable que uno mira, aumentó levemente. Sin embargo, este mes, el INE comenzó a publicar los intervalos de confianza, ya que en toda encuesta hay un cierto margen de error, o lo que aquí se llama intervalo de confianza. Por ejemplo, el desempleo, que tiene una estimación puntual para este mes de 7%, está en un intervalo de entre 6.3 y 7.7. Entonces, en realidad, un movimiento que se dio de 6.7 a 7% no se puede decir que sea significativo”, concluyó.
Las encuestas no son la única forma de medir el desempleo. En el primer mundo, se hace a través de registros directos, lo que marca realidades bastante distintas en la construcción de los datos del desempleo.
“En muchos países desarrollados como Estados Unidos o en países de Europa se hace mediante un registro directo de los desempleados: está la Oficina de Desempleo, la gente va, se inscribe y a partir de allí aparecen las ofertas de trabajo”, señaló Mordecki. “Nosotros no tenemos ese tipo de oficinas. Que se mida a través de una encuesta implica este margen de error que estamos comentando. Con una medición directa de la gente que se inscribe, estamos teniendo la cantidad exacta de desempleados. Sin embargo, la medición a través de un registro no capta a los informales -a los trabajadores que por alguna razón no están registrados, a los inmigrantes-. La encuesta sí los capta, porque no discrimina sino que simplemente pregunta”.
