Previa
Uruguay juega ante Sudáfrica su segundo partido en la Copa del Mundo. Con Jorge Fucile y Edinson Cavani entre los titulares y un cambio en el dibujo táctico, la Celeste va por un triunfo impostergable. Muslera, Maxi Pereira, Lugano, Godín, Fucile, Egidio, Diego Pérez, Palito Pereira, Forlán, Cavani y Suárez es el equipo.
Es real que hace 20 años que Uruguay no gana un partido en un Mundial aunque lo más alarmante no es eso, sino que todo ese tiempo solo se jugaron cinco partidos por Copas del Mundo. Después del gol fuera de juego de Daniel Fonseca ante Corea en el 90, vino la derrota ante Italia por el mismo Mundial, el 1 – 2 ante Dinamarca y los empates con Francia y Senegal en 2002 y la igualdad en el debut de Sudáfrica 2010. En las otras Copas, la Celeste estuvo ausente.
Este miércoles es tiempo de ganar. En el primer partido Francia superó en el juego a Uruguay por lo que el empate puede terminar sirviendo. Pero para que eso ocurra, ante Sudáfrica se debe sumar.
Tabárez lo intenta con un equipo que cambia jugadores y esquema. Fernando Muslera, Maxi Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Fucile, Diego Pérez, Egidio Arévalo Rios, Álvaro Pereira, Diego Forlán, Luis Suárez y Cavani salen a la cancha Teniendo en cuenta la forma de jugar de los sudafricanos, el técnico arma su esquema. Seguro saldrá con línea de cuatro en el fondo, con Maxi como lateral y tres volantes con más recuperación que juego. Para saber qué intentará en ofensiva habrá que esperar el comienzo. Forlán puede arrancar algunos metros más atrás, Cavani puede tirarse contra la banda o puede armar una delantera con los tres de punta.
Sudáfrica demostró en el primer partido lo que ya se vislumbraba en los amistosos. Se agrupan atrás y salen eyectados hacia el ataque. Cuatro en el fondo, cuatro en el medio, un media punta y un punta es el esquema de Parreira que tiene algunos jugadores interesantes. El que mejor sensación dio fue Tshabalala, aunque también están Pienaar, Mphela y Modise.
Lo que no está en discusión es la importancia del partido. Lo sabe Tabárez y lo saben los jugadores. De los 90 minutos ante los locales depende gran parte del futuro uruguayo en el Mundial.